Continúa en el país la ola de protestas y movilizaciones

Desocupados nucleados en distintas agrupaciones salieron ayer a las calles y cortaron rutas, avenidas y calles en el conurbano bonaerense y en Mar del Plata para pedir trabajo y terrenos donde poder levantar sus casas.
También se registraron protestas en otros puntos del país. En Salta una multisectorial juntó 4 mil personas que marcharon hacia la Corte Suprema provincial y hasta la casa del gobernador, Juan Carlos Romero, a quien responsabilizaron por la crisis que atraviesa el distrito.
En Jujuy desocupados pidieron por las calles comida y trabajo mientras que médicos hicieron un "cacerolazo y sirenazo" en reclamo de deudas de obras sociales.
Ajenos a las manifestaciones contra el corralito financiero, los desocupados interrumpieron el tránsito en un sinfín de avenidas del sur del Gran Buenos Aires y en el Gran La Plata, en el noroeste, en San Martín, en el norte en Tigre. Mientras que en el oeste, en Villa Tesei e Isidro Casanova, los indigentes reclamaron terrenos cercanos a la autopista del Oeste para poder instalar allí sus casillas.
Apenas una manifestación, en Zárate, tuvo un origen distinto: un cacerolazo contra una cooperativa eléctrica por los altos valores que recibieron en la tarifa de la luz.
En la que fue una de las protestas más numerosas, una multisectorial convocó a cerca de 4.000 personas en Salta, en una marcha por el centro de la ciudad, en protesta por la crisis económica que atraviesa el distrito. La movilización se desplazó por las calles céntricas de la capital provincial, e hizo escala en la sede de la Corte de Justicia provincial, a cuyos miembros exigió su renuncia; en la empresa proveedora del servicio de agua, y en distintos medios de comunicación.