En el país de los ladrones de guantes blancos ya nadie regala nada. Ni siquiera la entrada de un partido casi de entrenamiento. Por eso las autoridades del estadio municipal aprovecharon esta serie de encuentros informales para tratar de zafar los gastos que le genera prestar la cancha y ayer cobraron dos pesos la entrada. Si bien la concurrencia de público no traspasó la barrera de las 25 personas es para destacar el aporte de los tandilenses, que presenciaron los cotejos y de esta manera ayudaron a la conservación de las instalaciones.
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