Mauricio Tallone
Tandil (enviado especial).- Una sombra brumosa envuelve al atardecer en la hostería Casagrande, ubicada al pie de las sierras que contornean el dique del Lago. El día es una agonía irremediable, casi una nostalgia absurda. Mientras un tren de murmullos se aleja del lugar, Javier Muñoz Mustafá todavía tiene ganas de mirar algunas piedritas intrusas dispersas en la calle Bolívar al 500. Ahí también manda la visión del chico de la tapa, el de la presencia gigante y dueño de un territorio no apto para los endebles. Por eso los dominios de la zona están escriturados, pertenecen al pibe de Firmat que ya se puso en el bolsillo la llave de propietario de uno de los sectores de la defensa canalla. "Esta pretemporada en Tandil me encuentra en un momento bárbaro de mi corta carrera futbolística. En el 2001 tuve la suerte de sumar varios partidos en primera y si tengo la chance de jugar un torneo más como hasta ahora seguramente me voy a consolidar en la defensa de Central", fue su introducción a modo de anhelo. -¿Eso de que no estás consolidado en primera es una cuestión de humildad o realmente pensás que todavía te falta? -No, uno siempre tiene margen para aprender, y mucho más a mi edad (21 años). Pero esto lo digo en serio, todavía me falta. Aunque el almíbar de este presente le chorrea en los días que corren, Muñoz prefiere alejarse de los cantos de sirenas. Pero no oculta que sus manos acarician todos los cielos que un futbolista ansía alcanzar: juventud, reconocimiento y futuro. Bendiciones paradigmáticas de quien se erigió en la gran aparición canalla del último campeonato, a tal punto que el hincha ya no lo imagina demasiado tiempo portando la camiseta de Central. Pero el pibe, al que siempre le convino fugarse de las valoraciones extremas, todavía está convencido de que le falta pierna en la meca de la pelota, que no es momento de hacer las valijas. Pero cómo hacer entender que lo suyo contradice los sueños, que el titubeo que le despierta su posible partida no es el atajo de un conformista ni la coartada romántica del que esconde una frustración. Por ahora su unidad de medida no parece ser una fortuna con seis dígitos, sino la intensidad de los sentimientos inmediatos. -¿Creés que te queda poco tiempo como jugador de Rosario Central? -No, creo que me voy a quedar seis meses más. Igualmente yo estoy al margen de lo que se habla, por eso fue bueno venir con el plantel a Tandil. Me permitió despejarme de todo los rumores que giraban en torno a mi posible venta. (Muñoz fue transferido a un grupo empresario en 1.3500.000 dólares) -¿Pero qué te gustaría? -Yo quiero quedarme un tiempo más en Central. Aunque viendo la situación del país si llega una oferta importante no sé qué voy a hacer. -¿El jugador pone en la balanza la crisis financiera del país para tomar la decisión de irse? -Seguro, esto que está pasando con los saqueos, el corralito y demás cuestiones del gobierno te quitan las ganas de quedarte. Pero también está la parte afectiva, no es fácil dejar a tus seres queridos. -¿Por lo único que te irías de Rosario Central es para progresar económicamente? -Sí, mucho más viendo cómo está el fútbol argentino. Si me hubiera llegado una propuesta de afuera en otro momento de mi carrera y en otro contexto no hubiera aceptado. -¿Qué le dirías a aquellos que piensan que sos muy limpio para jugar de defensor? -Qué tienen razón. Por eso te decía que todavía me falta aprender un montón de cosas del puesto. Seguramente con el tiempo las voy a ir corrigiendo, pero tampoco me gusta pegar. Lo mío es jugar y tratar de quitarle la pelota al rival sin apelar a una infracción. -Pensando en la carrera que hizo Walter Samuel y la que estás haciendo vos, ¿se puede decir que Firmat es una cuna de grandes defensores? -Sí, pero más por Walter que por mí. -¿Te gustaría hacer el recorrido de él antes de pegar el salto a Europa o preferís irte directamente desde Central? -Sería bueno jugar en un club como River o Boca antes de Europa. Pero te repito, cómo está el país, si tengo que decidir por Boca o River y una oferta de afuera, me voy a Europa. -A pesar de que estuvo sólo cuatro meses, ¿qué significó Jota Jota López en tu carrera? -Un futbolista siempre va a recordar al técnico que lo hizo debutar. Para mí fue importantísimo que se haya fijado en mí para reemplazar a un jugador de la categoría de Canals. No era fácil tomar una decisión de esa, pero Jota Jota se la jugó y por eso siempre le voy a estar agradecido. -¿No te dio bronca haber salido del equipo en aquel partido contra Nueva Chicago cuando la estabas rompiendo y Canals venía de una lesión? -No porque yo sabía que el titular era Ricardo. Quizás si él no hubiera tenido la mala suerte de lesionarse en el primer partido del Apertura ante Lanús yo no hubiera debutado. -¿Sentís que el hincha de Central deposita muchas ilusiones sobre tu juego? -Uno se da cuenta cuando el hincha lo alienta. La gente hace un esfuerzo enorme para poder ir a la cancha todos los domingos y nosotros muchas veces no le respondemos. -¿Eso te genera un sentimiento de culpa? -No sé si llamarlo culpa, creo que en el torneo Apertura quedamos muchas veces en deuda con la gente. -¿En el Clausura se puede pelear con este plantel tan joven los primeros puestos? -A nosotros no nos queda otra que estar arriba. Necesitamos una buena cantidad de puntos para olvidarnos del tema del descenso. Si bien en el grupo se habla muy poco de eso, es una realidad y hay que enfrentarla. -¿Estás en condiciones de decirle al hincha de Central que hay Muñoz Mustafá para rato? -No sé si para rato, pero por seis meses más seguro.
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