Año CXXXV
 Nº 49.365
Rosario,
domingo  20 de
enero de 2002
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Pretemporada en Tandil
Central inició la serie de amistosos con un triunfo
Le ganó a Arsenal de Sarandí por 2 a 1 en Tandil

Mauricio Tallone

Tandil (enviado especial). - No es momento de mensajes apresurados. Las piernas todavía están acostumbradas al dictamen del profesor Paolella y por ende, la cabeza sólo funciona a cuentagotas. Central entregó apenas una aproximación de lo que quiere Daniel Teglia para esta temporada 2002 y se alzó con un triunfo por 2 a 1 ante Arsenal de Sarandí, en el primer amistoso de la pretemporada. Por tratarse del estreno futbolístico en Tandil, no es para despreciar.
Ahora bien: a contramano de las obviedades y de los lugares comunes que de tan comunes no significan nada, es conveniente precisar que la intención que envuelve a Teglia por estos días no es edificar un equipo bien parado, sino que su ambición contempla a una formación bien movida.
Hombre doctorado en la funda de jugador, sabe que el fútbol, a diferencia de otro juego, no se define sólo en lo posicional. También hay que definirlo en lo dinámico. Y en ese sentido, el equipo que se paró ayer ante los dirigidos por Jorge Burruchaga estuvo en correspondencia al menos en la intención con los tres faros orientadores que distinguen a las buenas formaciones de las mediocres o normalitas: posesión, posición y ánimo para atacar. Aunque en la enumeración de esos atributos salte a escena que todavía el flanco más cuestionado y cuestionable es la generación de fútbol.
Precisamente la evaluación individual por lo que produjeron Vespa, De Bruno, Rivarola y Javier García induce la conclusión colectiva. El Indio y Pirulo deberían ser las herramientas de nexo para la aceleración del Chueco y el Pequi en tres cuartos de cancha, pero siguen retenidos en su intermitencia. Entonces Central carece de desborde y sólo se ilumina cuando la inspiración le gana la pulseada al concepto global.
Los casos de García y De Bruno fueron un calco. Como ninguno de los dos parecieron cómodos en el rol de talentos complementarios, lucieron dispersos, inconexos e incapaces de tejer juego desde emprendimientos mutuos. Curioso, porque todo es posible cuando se fusionan dos individualidades de buen pie.
La contracara que exhibieron los canallas estuvo en la zona defensiva. Si bien Arsenal se parece a esos equipos desbordados por el orden, los movimientos de sus delanteros permiten que los defensores rivales se luzcan sin hacer nada de otro mundo. Igualmente hay que darle la mano a Teglia porque apostó a una línea de tres en zona y le dio la bandera de grito al uruguayo Canals y el tipo le responde. No sólo por lo correcto que estuvo ayer, sino porque estos días en las sierras lo tomó como el último eslabón de su vida deportiva y hasta ahora lo sobrelleva sin contratiempos. Mientras que el otro lado del triángulo que componen Daniel Díaz y Muñoz Mustafá respondió desde la naturalidad de sus condiciones.



Pirulo Rivarola pone todo para llevarse la pelota.
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