Un muchacho de 20 años y un menor de 16 fueron detenidos ayer en barrio Las Flores acusados de haber participado en el ataque a balazos a un hombre durante los primeros minutos del nuevo año y que murió dos días después en el Hospital de Emergencias. La policía no pudo establecer hasta el momento el motivo del crimen, pero se sospecha que la víctima pudo quedar en el medio de un violento ajuste de cuentas entre dos bandas de la zona.
El muchacho de 20 años detenido ayer fue identificado como Rubén Reyna, arrestado junto al adolescente en pasaje Lirio 1950 del barrio Las Flores, y ambos quedaron imputados por el crimen de Rubén Alberto Ríos.
Las detenciones de Reyna y su compinche se produjeron en el marco de ocho allanamientos concretados desde las 6 de la mañana de ayer por efectivos de la Brigada de Homicidios y de la subcomisaría 19ª. "En el allanamiento de pasaje Lirio 1950, ordenado por el juez de instrucción Carlos Triglia, se hallaron dos pistolas calibre 9 milímetros con sus cargadores y un total de 50 proyectiles", comentó un vocero de la investigación.
Madrugada fatal
Rubén Ríos fue gravemente herido en la madrugada del 1º de enero en inmediaciones de las calles Malvón y Clavel. El muchacho fue hallado en la calle con un impacto de bala en la cabeza y en estado agonizante por personal de la subcomisaría 19ª. Tras derivarlo al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, la policía inició una investigación sobre lo ocurrido, que hasta ayer no había dado resultados positivos.
De acuerdo a lo que pudieron establecer los investigadores de Homicidios, la madrugada del primer día del año Ríos se encontraba reunido con un grupo de amigos. Eran casi las 7.30, había amanecido y estaban en la calle tomando algunas cervezas. De pronto aparecieron seis muchachos en dos motos y se desencadenó una balacera alucinante.
Una fuente de la Brigada de Homicidios comentó que, siempre de acuerdo al testimonio de vecinos, los delincuentes llegados en las motos abrieron fuego directamente sobre el grupo en el que estaba Ríos. "Fueron más de diez disparos con pistolas calibre 9 milímetros. Algunos de los que estaban con la víctima alcanzaron a esconderse, pero Ríos recibió un impacto en la cabeza", comentó un detective.
Las pruebas y elementos reunidos por la policía indican que en esa ocasión no hubo un intercambio de disparos sino más bien un sorpresivo ataque por parte de los jóvenes en motos. El oficial consultado ayer entiende que se trató de una emboscada y que el episodio tiene todas las características de "una ajuste de cuentas". Lo que no cierra hasta ahora es por qué dispararon contra Ríos ya que la víctima no tenía antecedentes penales que lo pudieran vincular en principio con esa posibilidad.