Roma. - El ministro de Justicia italiano Roberto Castelli fue recibido con un estruendoso "cacerolazo" al estilo argentino en Cagliari, Cerdeña, mientras ingresaba en el teatro municipal de esa ciudad para asistir a un concierto.
Es la primera vez que en Italia se lleva a cabo una protesta al son de las cacerolas, manifestación de abierta desaprobación que llegó importada directamente de la Argentina, gracias a la enorme difusión en la prensa de los recientes acontecimientos en el país sudamericano. "Un cacerolazo tomado prestado de los manifestantes argentinos, que incluyó el lanzamiento de bombas de estruendo y un huevo que estalló contra las ventanas del primer piso del teatro, con un despliegue de policía y carabineros que no se veía desde hace años", detalla el diario de Cagliari La Nueva Cerdeña.
El periódico narra que eran unos 200 los manifestantes, mientras el número de uniformados los duplicaba. Los organizadores de la protesta respondían al comité "Nosotros somos de izquierda-25 de abril de 1945", fecha de la rendición de las fuerzas nazifacistas en Italia.
El tema de la Justicia reviste candente actualidad en Italia a raíz de una proyectada reforma de todo el sistema judicial, que lleva la firma de uno de los abogados personales del premier Silvio Berlusconi, involucrado actualmente en tres procesos que se llevan a cabo en la ciudad de Milán. Castelli intentó recientemente apartar a uno de los jueces de Milán del caso que involucra a su jefe político, Berlusconi, pero un tribunal superior ratificó al magistrado en su puesto. Su traslado hubiese implicado una larga suspensión de la investigación, el caso conocido como SME.
El conflicto de intereses
Pero la cuestión más delicada, y que también comporta una decisión judicial, es la del conflicto de intereses entre el magnate Berlusconi, considerado el hombre más rico de Italia, poseedor de los cuatro principales canales privados de la televisión italiana, y sus funciones de premier.
Berlusconi posee además grandes intereses en el sector bancario, en el de las compañías de seguro, en el inmobiliario, en la producción de filmes y en el deporte. El tema será afrontado el lunes por el Parlamento y Berlusconi se presenta al debate con una propuesta para la institución de un comité de tres "sabios" encargados de controlar que las decisiones de los miembros del gobierno y de otros altos funcionarios no beneficien con sus acciones sus intereses personales.
La comisión, sin embargo, se limitaría a informar al Parlamento en caso de irregularidades y no tendría ningún poder de acción. Los "sabios", además, deberían ser designados por los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, ambos de la coalición de Berlusconi.
La fórmula no ofrece ninguna garantía para la oposición que exige en cambio que Berlusconi venda sus bienes si quiere ser el jefe del gobierno italiano, una opinión compartida por los analistas de los principales diarios europeos. Un editorial publicado por el británico The Economist afirma que el "Cavaliere" da mala fama a Italia y que sus acciones demuestran claramente que antepone sus intereses a los del país.
La prensa europea destaca en general que la mayor parte de las decisiones de su gobierno para relanzar la economía, lo benefició, como la de quitar los impuestos a las inversiones. También adoptó leyes como la despenalización de la falsificación de los balances o que dificultan las rogatorias internacionales. Cualquiera sea la razón por las que fueron adoptadas estas medidas, sobre ellas recae la sospecha de que su objetivo es colaborar con el jefe del Gobierno para que salga bien parado de sus enredos judiciales. (Ansa)
La Ciudad
