El gobernador de la provincia, Carlos Reutemann, manifestó ayer su interés por que los fondos del Pami se descentralicen y que en Santa Fe los afiliados pasen a la órbita del Instituto Autárquico Provincial de Obra Social (Iapos).
El mandatario santafesino reveló que esa es la idea de "varios gobernadores", y estimó que el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, ya estudia el proyecto.
Por el momento, el titular de la cartera sanitaria habló de "regionalizar" la obra social de los jubilados para un "mejor control", y aclaró que tal planteo no equivale a una privatización.
El tema sería analizado el martes por el Consejo Federal de Salud (Cofesa), conformado por los ministros del área de todas las provincias y presidido ahora por González García.
Sea cual fuera la salida, el subsecretario de Salud de la provincia y virtual viceministro del área, Ramiro Huber, aplaudió ayer todo intento de acercar la administración del dinero al lugar donde se brindan los servicios. "La provincia está en condiciones de hacerse cargo de la atención de los jubilados a través del Iapos -dijo a La Capital-. Pero si la intención del Pami central es de regionalizar con su propia estructura, nos parece un paso positivo, porque acerca la administración a los afiliados. Eso sí, en ese caso pretenderemos tener un grado de participación, y que los hospitales públicos provinciales puedan convertirse en prestadores".
Razonabilidad
"Este tema de la descentralización de los fondos lo charlamos ayer (por el jueves) con el ministro, que ya empezó a pensar el tema", dijo Reutemann, convencido de que se trata de un planteo "razonable".
Y los números parecen darle la razón: "En la provincia de Santa Fe hay 380 mil afiliados al Pami, si la Nación hiciera la transferencia de la cápita del Pami a las provincias, y Santa Fe la anexara al Iapos, tendríamos una gran masa de recursos", calculó.
Luego especificó que si se le agrega al presupuesto anual del Iapos (unos 166 millones de pesos) una cápita de "cincuenta y pico" de pesos por jubilado, la obra social contaría con 400 millones anuales.
"Creo que ayer el ministro de Salud de la Nación entró a pensar el tema", estimó, aunque admitió que González García "va a tener algún tipo de dificultades con la estructura que tiene el Pami a nivel nacional". De todos modos, está convencido de que "es razonable pensar la descentralización", y reveló que "esta es la idea de varios gobernadores".
Una vieja idea
En rigor, la idea de pasar la atención de los jubilados a la órbita de las provincias circuló en más de una oportunidad en ámbitos oficiales.
La última vez fue durante el fugaz paso de Adolfo Rodríguez Saá por la presidencia.
En ese momento, sin embargo, se escucharon muchas voces de protesta, sobre todo en el nivel central. Uno de los argumentos esgrimidos por los detractores del proyecto era que en muchas provincias el dinero descentralizado iría a parar a rentas generales y no llegaría a destino.
Como ejemplo, ponían la situación que se planteó en 1996, cuando el ex interventor Alejandro Bramer Markovic transfirió la atención de 1,2 millón de jubilados bonaerenses a la provincia, a la que otorgó un importante presupuesto. Poco después, recordaban, esos fondos dejaron de tener el destino previsto y a los jubilados comenzaron a derivarlos a los hospitales, que llegaron a colapsar.
Huber admitió que el temor puede resultar lógico en algunas regiones del país. "Si yo fuera jubilado de ciertas provincias sospecharía. Pero si lo fuera en Santa Fe no tendría para nada miedo. Esta es una provincia saneada, bien administrada, con sus números ordenados", dijo, y abundó: "Si se provincializara la atención de los jubilados y la administración de los recursos, en Santa Fe se haría a través de un ente autárquico, con una caja completamente independiente de lo que es rentas generales, y con plena participación de las organizaciones de jubilados".
La Nación habla de "regionalizar"
Por su parte, el ministro González García deslizó una probable "regionalización" -tal fue el término utilizado- para un "mejor control" del Pami, y aseguró que una de las prioridades de su cartera es que la obra social vuelva a funcionar "a pleno".
El funcionario descartó, empero, que planee privatizar el instituto de los jubilados.
"Sería un mentiroso si dijera que mañana va a volver a funcionar todo", enfatizó el sanitarista, pero sostuvo que "la prioridad, en esta emergencia, es la reactivación del Pami y garantizar el acceso a los remedios".
Por el momento, González García planea avanzar en la "regionalización" del Instituto. "Probablemente busquemos alguna forma de regionalización en donde el control social sobre el Pami sea mayor que el que hay actualmente", afirmó, pero aclaró que "primero, trataremos de que vuelva a funcionar".