Año CXXXV
 Nº 49.359
Rosario,
lunes  14 de
enero de 2002
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Se viene el 42º Festival de Folclore
Cosquín, nueve lunas atadas por la austeridad
Aún acosado por conflictos económicos y judiciales, el encuentro no prescindirá de las grandes estrellas

U.G.Mauro

"¿Qué pasa que este año no está fulanito en la programación?" La pregunta se repite año a año, antes y durante cada edición del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, y este año el peso político de la pregunta crece alimentado no sólo por los problemas que afronta la sociedad argentina en todos los terrenos -especialmente el económico- sino también por los densos conflictos desatados en torno a la organización misma del festival, con un enfrentamiento -que deberá ser dirimido por la Justicia- entre la Comisión Municipal de Folclore de la ciudad serrana y Paisajes SA, la empresa encabezada por Julio Maharbiz, Norberto Baccón y Palito Ortega que tenía la concesión de la organización artística hasta el 2003.
Hoy, la edición 42ª del encuentro está en manos de la citada comisión municipal, pero quien se detenga a observar la programación prevista no percibirá mayores sorpresas. Es cierto, no está Mercedes Sosa, por ejemplo, pero La Negra nunca fue un número puesto; y si alguien hace notar la ausencia de Víctor Heredia, Landriscina, Peteco o Ariel Ramírez puede argumentarse que nadie -y en Cosquín menos-, es absolutamente indispensable.
Quizás, el único cambio que puede considerarse como apenas llamativo, es la presencia de Soledad en la primera luna, cuando habitualmente el "tifón de Arequito" es de los números que se convocan para reforzar el final. En realidad, es también una apuesta fuerte para la cantante, que debe abrir el encuentro sin haber creado mayor expectativa previa, y para los solitarios organizadores, que necesitan avalar políticamente su gestión con un lleno inicial de la plaza Próspero Molina.
Para la segunda luna el número central es Heraclio Catalino Rodríguez, más conocido como Horacio Guarany. "El potro", quien reconoce en El Chaqueño Palavecino a su heredero natural y que vio parcialmente eclipsada su figura con el boom de los folcloristas jóvenes, es también contra toda crítica, un artista convocante entre el público más adulto del folclore.
La tercera noche del encuentro no ofrece nombres de tanta trascendencia. Está dedicada casi exclusivamente a resaltar los valores más reconocidos de la música popular de Córdoba, como Suna Rocha, Ica Novo o Silvia Lallana entre otros, pero todo indica que el cierre puede estar a cargo de Los Cuatro de Córdoba (que al igual que los correntinos Amboé actuarán en dos ocasiones en el escenario Yupanqui, según la programación oficial), o de la orquesta cuartetera Chébere, con su 27 años de trayectoria.
El Chaqueño Palavecino, un cantor tradicionalista oriundo del chaco salteño, será la atracción principal de la cuarta luna. Palavecino es un artista con más potencia vocal que matices y sumamente carismático, con gran predicamento en el noroeste del país aún desde antes de que sus discos se conocieran a nivel nacional. Casi una garantía de plaza llena.
Son muchos los artistas que pasarán cada noche por la plaza Próspero Molina pero para reforzar la quinta noche, el número previsto es Luciano Pereyra. El joven lujanense, hijo de un pintor de obra que trabajara en el chalet "Plumas verdes" de Guarany en Luján, sin discos en el 2001, volverá con su folclore romántico y su muy buena voz, intentando reunir nuevamente a una fiel platea joven.
Los Tekis, con el aval de la impactante producción del año pasado y una curiosa propuesta que va del carnavalito a la saya boliviana pasando por el reggae cerrarán la sexta luna el jueves 24, y Jairo, que en el 2001 optó por presentarse en Jesús María ante la cláusula de exclusividad que exigía Paisajes SA, nuevamente fue convocado para cerrar la séptima noche del encuentro, mientras persisten las dudas sobre cuál será el artista más importante de la octava, ya que entre los números previstos serían Cuti y Roberto Carabajal o Los Carabajal los que cuentan con mayores posibilidades.
Todo hace presuponer que la ausencia de Julio Maharbiz en la conducción, más la austeridad de las contrataciones -por lo que, según fuentes allegadas al festival, los cachets se redujeron hasta en un 40 por ciento-, harán de este un Cosquín muy particular, que culminará en su novena luna con Los Nocheros, ausentes el año pasado.



Los Nocheros tienen a su cargo el cierre del festival.
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