El primer borrador de las nuevas medidas

El anteproyecto de ley de emergencia pública que envió el gobierno al Congreso y que será tratado hoy al mediodía en la Cámara de Diputados preveía una serie de medidas orientadas a frenar el impacto de la devaluación sobre el bolsillo de la gente.
El borrador que llegó a la mano de los legisladores a primera hora de ayer de parte del equipo económico fue cambiando de color a medida que pasaron las horas cuando y cuando Economía fue haciéndole sucesivos retoques.
Los cambios y las diferencias con la posición de los legisladores obligaron a dilatar el tratamiento del anteproyecto hasta tanto se consensúe un texto definitivo que le garantice al gobierno un paso rápido por el Congreso.
El paper preliminar difundido ayer por Economía fijaba normativas que involucraban el pago de distintos conceptos:
1. Alquileres. El artículo 12 prevé que los contratos celebrados entre particulares en los que se establecieron cláusulas de ajuste en dólares, "deberán ser canceladas en pesos, a la relación 1 peso = 1 dólar", para permitir en un plazo de 180 días la renegociación entre las partes del precio de los contratos. La norma establece que las erogaciones pesificadas durante el plazo de 180 días oficiarán como pagos a cuenta de lo que quede efectivamente acordado en la negociación entre las partes.
2. Teléfonos. El artículo 9 del anteproyecto prevé que quedan sin efecto las cláusulas de ajuste en dólar o en otras divisas extranjeras y las cláusulas indexatorias basadas en índices de precios de otros países. Con lo cual los precios y tarifas quedarán establecidos en pesos a la relación de cambio un peso=un dólar. Sin embargo, el lobby empresario e incluso político por parte de los países de origen de las compañías de servicios telefónicos pusieron en tela de juicio este punto. Tal es así que ayer el ministro del Interior Rodolfo Gabrielli anticipó que las facturas de teléfonos podrían no estar alcanzadas por una pesificación, porque "hay libertad de precios".
3. Telefonía móvil. Al igual que los alquileres, el servicio de telefonía móvil se pesificaría sólo por 180 días y a partir de allí se tendrán que repactar nuevos planes debido a que no se trata de un servicio público. También en este caso, "acordadas las nuevas condiciones se compensarán las diferencias que eventualmente existan entre los pagos dados a cuenta en ese lapso y los valores efectivamente acordados".
4. Agua, gas, luz. Aquí se prevé que aquellos precios o tarifas que estén fijados en dólares, quedarían establecidos en pesos a la relación de cambio un peso=un dólar.
5. Tarjetas de crédito. El artículo 8 precisa que los saldos deudores de titulares de tarjetas de crédito y débito correspondientes a consumos realizados en el país se consignarán y pagarán en pesos. Sólo podrán denominarse en dólares u otras divisas los consumos realizados en el exterior. Además, los saldos deudores pendientes de pago a la fecha de la norma serán cancelados en su totalidad en pesos a la relación un peso=un dólar.
6. Créditos hipotecarios, prendarios y personales. Aunque circularon fuertes versiones sobre la posibilidad de que se pesificarían uno a uno las deudas de hasta 100 mil dólares, en rigor, la norma no da precisiones sobre montos y qué acreencias afectará. El anteproyecto sólo faculta al Ejecutivo a adoptar medidas para "disminuir" el impacto de la devaluación sobre los deudores en dólares del sistema financiero. Más aún, la norma no habla de pesificación.
7. Créditos comerciales por compra de bienes (electrodomésticos, ropa, etcétera). Al igual que los alquileres por tratarse de contratos entre particulares se pesificarán las cuotas por 180 días y a partir de allí se tendrán que repactar nuevos planes. Las erogaciones efectuadas durante ese período se computarán como pagos a cuenta de las nuevas condiciones.