En la búsqueda de ponerse a tono con la inminente puesta en marcha de las máquinas tragamonedas, el hipódromo de San Isidro preparó dos sectores para albergar en un futuro inmediato, a las novedosas maquinitas, mientras se espera que en un tiempo que no pase de los 60 días, tengan vía libre por parte de la legislatura provincial. Un salón de la tribuna especial, que linda con las tribunas populares, fue especialmente acondicionado para que puedan ubicarse alrededor de 100 máquinas, desde las cuales se podrá observar además la pista de carreras. El otro recinto que está en proceso de adaptación a lo que requieren las innovadoras máquinas es el del Tattersall que da sobre la tribuna especial, y llega a lindar con la avenida Márquez, donde entre agosto y noviembre de cada año se realizan los tradicionales remates de pura sangre de carrera. Allí, otra importante cantidad de estas maquinitas tendrá una ubicación preferencial, existiendo además en ese sector la posibilidad de que en un plazo cercano, ese predio pase a ser un anexo del "Casino de Tigre", lo que facilitaría otra fuente de ingreso para el Jockey Club de Buenos Aires.
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