Año CXXXV
 Nº 49.344
Rosario,
sábado  29 de
diciembre de 2001
Min 22º
Máx 35º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Opinión: Las cacerolas por el mango

Sebastián Riestra

Y la gente volvió a salir. Ya lo había advertido durante los días que precedieron a la renuncia de Fernando de la Rúa. Anoche, de nuevo, aquellos que tradicionalmente permanecían en sus casas esperando el curso de los acontecimientos volvieron a tomar la sartén por el mango. Es decir, las cacerolas.
La reacción fue espontánea, sorpresiva, velocísima. Se produjo a la mejor manera de una avalancha. Primero fue uno, después dos, luego una decena, de inmediato cientos. Y todos convergieron hacia los puntos clave de la ciudad de Buenos Aires con un mismo objetivo, con una bandera común. Querían ser escuchados. Reclamaban -eso sí, con ejemplar corrección y sentido cívico- que sus estentóreos reclamos fueran, de una vez por todas, atendidos.
Quienes conducen el país deberán estar muy atentos. Se enfrentan, y en cierto modo son sus hijos, con un fenómeno nuevo. Las voces son unánimes, y reúnen en un coro multitudinario a hombres y mujeres, a ancianos y jóvenes. La demanda colectiva no deja lugar a dudas: transparencia, idoneidad, espíritu de servicio. Y la dirigencia no puede darse el lujo de continuar sumida en la sordera. Porque la impugnación masiva que se reiteró en la medianoche de ayer y la madrugada de hoy da a entender, con absoluta contundencia, que no abundan las excepciones al duro y general cuestionamiento.
Se abre una oportunidad, acaso, histórica para la Argentina. Lo mejor de un país pasa por una ciudadanía movilizada y dispuesta a defender sus derechos con armas legítimas, emanadas de la saludable experiencia que confiere el ejercicio de la democracia. Ojalá que quienes tienen la responsabilidad de ejercer las trascendentales funciones ejecutiva y legislativa se encuentren, por fin, a la altura de sus representados.


Notas relacionadas
Un contundente cacerolazo echó a Grosso del gobierno nacional
El prontuario de Grosso
Análisis: La rebelión pequeñoburguesa
Diario La Capital todos los derechos reservados