En realidad se puede decir que los tradicionales alfajores Merengo nacieron con la sanción de la Constitución nacional, como que uno de sus redactores principales, José Benjamín Gorostiaga, se hospedó en una de las habitaciones altas de la casona de Don Hermenegildo y en el lugar se podía observar desde la calle la luz de la pieza hasta altas horas de la madrugada, según relata Rafael López Rosas. Desde enero hasta abril de 1853, Gorostiaga, miembro de Asuntos Constitucionales encargado de redactar la Ley Fundamental, se dedicó a escribir el proyecto de lo que sería nuestra Carta Magna. López Rosas ubica a Gorostiaga, junto a Juan María Gutiérrez, a quien se debe el capítulo de Derechos y Garantías, como a los hombres claves en la redacción. "Por eso se afirma -dice- que en el cuarto, en los altos de Don Merengo, fue escrito el proyecto que luego se convertiría en la Constitución de todos los argentinos el 1º de mayo de 1853, y mientras estuvo sesionando el Congreso, la tertulia de Merengo fue el lugar de reunión obligado, donde los señores convencionales degustaban alfajores.
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