Islamabad y Washington. - Sesenta y cinco afganos que formaban parte de una comisión de notables y jefes tribales que se dirigía a Kabul para la asunción del futuro gobierno murieron a consecuencia de un bombardeo con aviones C-130 artillados estadounidenses, informó la agencia Afghan Islamic Press (AIP), versión no confirmada por Washington. "Varios ancianos, jefes y comandantes figuran entre las víctimas", declaró Sayed Yaqin, de la Shura (asamblea) de la provincia de Paktia, a la AIP, con sede en Pakistán.
Por su parte, el Pentágono dijo "no tener conocimiento" del hecho, en declaraciones efectuadas por la vocera del Departamento de Defensa norteamericano, Victoria Clarke, ante la requisitoria periodística. Previamente, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, había declarado que un bombardeo de la aviación norteamericana había provocado "numerosos muertos y varios vehículos dañados" cerca de Khost en un convoy enemigo.
El subjefe del estado mayor conjunto estadounidense, general Peter Pace, agregó que el ataque fue lanzado sobre "un convoy de dirigentes" cuyo desplazamiento había sido detectado "por diferentes informes de inteligencia". Clarke informó que los bombardeos anunciados por Rumsfeld fueron sobre un "seguro blanco militar", descartando la posibilidad de un error norteamericano que hubiera impactado sobre un grupo de notables aliados al futuro gobierno.
La caravana de jefes tribales, ancianos y comandantes antitalibanes iba de Gardez a Khost para luego cubrir el trayecto Khost-Kabul, con la idea de arribar hoy a la capital afgana, a fin de participar en la asunción del nuevo gobierno, informó la AIP. Una de las víctimas sería el comandante Mohammadi Ibrahim, hermano de otro célebre comandante, Maulvi Jalaluddin Haqqani.
Tropas de paz
Mientras, una pequeña avanzada de la fuerza internacional comenzó ayer su misión en la capital afgana, Kabul, en vísperas de la toma de posesión de un nuevo gobierno que enfrenta la difícil tarea de reconstruir un país devastado por décadas de guerra. Unos 75 hombres de la Real Infantería de Marina británica se preparaban para desempeñar un papel de seguridad en la toma de posesión del nuevo gobierno interino de 30 miembros, encabezado por Hamid Karzai, que controlará el poder durante seis meses.
Entretanto, la campaña militar liderada por EEUU que puso fin al gobierno Talibán afgano se concentraba en la búsqueda de Osama Bin Laden, el hombre que la derrocada milicia Talibán protegió en desafío a la comunidad internacional, y a sus guerrilleros de Al Qaeda. Agentes estadounidenses interrogaron a combatientes capturados de la red Al Qaeda (La Base) de Bin Laden, en busca de pistas sobre el paradero del principal sospechoso de organizar los atentados del 11 de septiembre. "El actual estimado del número de prisioneros detenidos en Afganistán es de cerca de 7.000", dijo Kenton Keith, portavoz de la coalición liderada por EEUU en conferencia de prensa en Pakistán, y añadió que se investigaba el papel que desempeñaron bajo el régimen Talibán.
Funcionarios de defensa dijeron que el ejército estadounidense estaba considerando un plan para que cientos de tropas de la marina y el ejército peinaran las cuevas y túneles afganos en busca de líderes guerrilleros.
Por su parte, el presidente estadounidense George W. Bush dijo que se había alcanzado mucho en los primeros 100 días de la campaña contra el terrorismo. "Hemos construido una amplia coalición internacional contra el terror", afirmó. (Reuters y Télam)