Pablo Ferrés, director de Terminal 6 y presidente de la cámara que agrupa a los puertos privados, se mostró convencido de que la devaluación es la peor alternativa para encauzar el camino de la reactivación económica y se lamentó porque "la convertibilidad es una buena opción sino se le hacían las trampas que se le hicieron, aumentando el gasto indiscriminadamente". El empresario reconoció que la posibilidad de encontrar opciones distintas a la devaluación llegó tarde como consecuencia del agravamiento de la crisis y se pronunció a favor de reconstruir un liderazgo político que mantenga la situación fiscal dentro de parámetros sostenibles. "En nuestro sector, las dificultades pasan por los impuestos espantosos que pesan sobre los distintos eslabones de la producción y comercialización, debido a los desmanejos que ha habido en el Estado", señaló y advirtió que "esta situación debe ser asumida por la clase política, que debe aceptar la mala noticia de que no hay más plata para gastar". "No se puede pensar en fabricar dinero de la nada, se desembocó en la convertibilidad en el año 91 por la crisis inflacionaria producto del desmanejo fiscal, pero en el mismo momento que empezó a regir la ley le empezaron a hace trampa, primero vendiendo activos y luego endeudándose", insistió. Ferrés instó a los partidos mayoritarios, gobernadores y legisladores a "reconstruir el poder político" en base a un plan económico consensuado que involucre el coraje para "tomar medidas durísimas". "Los políticos no tuvieron empacho en meter a los jubilados y a los empleados públicos en el recorte del 13%, sumándolos a un ajuste que los empleados privados habían sufrido desde ya hacía mucho tiempo, lo que tienen que atacar es el gasto improductivo, hacer una profunda reforma que incluya una racionalización en la cantidad de provincias y municipios. Acá el problema es que de cada 10 pesos que se gastan 3 son los que llegan para ayudar a la gente", dijo. Ferrés llamó la atención sobre la necesidad de implementar un "plan de negocios" para presentar al mundo. "Argentina está en convocatoria de acreedores, pero ¿qué tenemos para ofrecer a los acreedores e inversores?, hay que presentar un plan concreto de crecimiento". Si bien señaló que el sector agropecuario es uno de los sectores en los que se puede apoyar un programa de reactivación, aclaró que "con el campo sólo no alcanza, se tienen que expandir todos los sectores, cambiar la mentalidad para ofrecer al mundo los productos que reclama, hay que poner en marcha un proyecto ganador". Ese proyecto incluye el apoyo a la producción a través de la reducción del gasto público y la rebaja de los servicios para mejorar el tipo de cambio real de las empresas exportadoras. El empresario consideró que, más allá de la política cambiaria, "la Argentina no puede quedarse a mitad de camino con las reformas, porque eso es suicidarse, para reactivar hace plata real y para eso hay que hacer los deberes".
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