Los analistas de Wall Street son pesimistas con la Argentina

Analistas de Wall Street opinaron ayer que la crisis argentina difícilmente sea superada en lo inmediato, que la caída de la actividad económica derivará en una transición política, y que los pagos de la deuda y el sistema cambiario "están fuera de control".
Lacey Gallagher, de Credit Suisse First Boston, dijo que la Argentina sufre "la peor crisis económica, financiera y política, algo que posiblemente se agravará en el primer trimestre del año próximo".
"Es probable la cesación de pagos y que el gobierno pueda verse en la obligación de abandonar la paridad cambiaria, experimentando además una transición política al ir cayendo la actividad económica", agregó Gallagher.
En tanto, José Luis Daza, del Deutsche Bank, señaló en un informe sobre mercados emergentes que "los pagos de deuda y el nivel cambiario están, muy probablemente, fuera del control del Gobierno, y ahora la clave del problema es política".
También estima que será difícil restaurar la seguridad ya que "no hay un paquete del FMI, recursos, ni medidas económicas que faciliten la tarea".
"Se necesita fuerza política significativa para adoptar severas medidas económicas que permitan restablecer la estabilidad política y económica", sentenció, tras justificar que "sólo un gobierno muy fuerte con un mandato que le permita asegurar la estabilidad".
Asimismo, el analista de BCP Securities, Walter Molano, señaló que las opciones para que la Argentina supere la crisis son "profundizar el descenso social o la vuelta a una industria que sustituya importaciones".
El analista manifestó que la Argentina "no puede sostener más a su gran clase media" y señaló que "la primera opción es empujar a un importante segmento de la población argentina hacia el descenso social, lo que le permitirá al país llegar a ser un miembro exportador de la comunidad internacional".
"La segunda opción es el retorno a la importación industrial sustitutiva (que prevaleció en la Argentina desde fines del siglo XIX hasta fines de la Segunda Guerra Mundial), pero esta opción involucra el encierro de la economía argentina y el empobrecimiento de toda la población".
"Sin embargo, preservaría la estructura relativa de clases dentro de la sociedad argentina", dijo Molano. Agregó que "de cualquier manera, el sistema político tiene que cambiar".