Kabul. - Un puñado de 53 infantes de la marina real británica aterrizaron en Afganistán como vanguardia de una fuerza internacional destinada a apuntalar la frágil paz alcanzada en el país, que fue autorizada ayer por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Mientras la guerra amainaba y daba paso a una investigación de detectives a gran escala, agentes estadounidenses interrogaban a combatientes prisioneros en busca de pistas para capturar al militante islámico Osama Bin Laden.
El Consejo de Seguridad autorizó por unanimidad el despliegue de una fuerza multinacional de paz en Afganistán, donde todos los grupos armados fueron invitados por las autoridades a abandonar Kabul, la capital afgana. La fuerza, que será dirigida durante tres meses por el Reino Unido, estará integrada por entre 3.000 y 5.000 hombres, esencialmente de países europeos miembros de la Otán, según fuentes diplomáticas de la ONU.
Los 15 miembros del Consejo votaron la resolución, redactada por Gran Bretaña y Francia, y en el que trabajaron los cinco países miembros permanentes del máximo órgano de decisión de la ONU. La resolución se redactó de acuerdo con en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, lo que implica que las tropas internacionales podrán tomar todas las medidas necesarias, incluida la fuerza, para hacer valer su mandato.
Gobierno indeciso
Con todo en marcha para el despliegue de la fuerza, aun el futuro gobierno provisional de Afganistán, que asumirá el poder mañana, continúa indeciso acerca de las tareas de las tropas internacionales de seguridad. A la base aérea de Bagram, al norte de Kabul, llegaron 53 infantes de la marina real británica parte de una Fuerza Internacional de Ayuda para la Seguridad. El comandante Matt Jones dijo que los soldados estarían presente en la toma de posesión del nuevo gobierno mañana, que encabeza Hamid Karzai. Alemania expresó oposición al fuerte papel que desempeñarán los militares estadounidenses al frente de esa fuerza.
Londres dirigirá durante un máximo de tres meses el despliegue de la fuerza internacional de paz. No obstante, en caso de necesidad, podría quedar bajo la autoridad de un comandante estadounidense, según el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw. El grueso de la fuerza no comenzará a desplegarse antes del día 28, debido a la necesidad de alcanzar un acuerdo con las nuevas autoridades afganas, explicó el ministro, quien indicó que el Reino Unido cederá su papel de líder del cuerpo multinacional dentro de tres meses a otros países que "ya han expresado su interés".
Todos los combatientes afganos armados, a excepción de las fuerzas policiales, fueron "invitados" ayer por el ministerio de Defensa afgano a abandonar inmediatamente las calles de Kabul y "regresar a sus cuarteles". La orden advierte que todos aquellos que porten armas deberán regresar a su cuarteles, en alusión a los combatientes de las diferentes facciones y grupos integrantes de la Alianza del Norte que tomaron Kabul el 13 de noviembre.
De esta manera se puso en marcha la desmilitarización de la capital afgana, en vísperas de la llegada de las fuerzas internacionales de paz y a sólo dos días de que tome el poder el Consejo Interino encabezado por el líder pashtún, Hamid Karzai. Según los acuerdos de Bonn, los distintos sectores y facciones de Afganistán "se comprometen a retirar todas las unidades militares de Kabul y de otros centros urbanos o áreas" en las que se desplieguen las tropas internacionales.
Alemanes sí, británicos no
Un consejero del ex presidente Burhanuddin Rabbani, derrocado por los talibanes en 1996, dijo que alemanes, y no británicos, debían liderar la fuerza y patrullar Kabul, debido al papel de los últimos en la historia de Afganistán. "Las armas con las que nuestros abuelos combatieron a los británicos aún están engrasadas", expresó Hashmatullah Moslih. "Los alemanes son históricamente más populares en Afganistán".
La resolución aprobada por la ONU da a las tropas un mandato de seis meses sujeto a renovación. Gran Bretaña espera tener hasta 200 infantes de la marina cuando el nuevo gobierno afgano asuma el poder mañana. Francia e Italia quieren enviar tropas poco después.
Funcionarios estadounidenses admitieron que no saben si Bin Laden está vivo, escondido en Afganistán, o si ha escapado. En un centro de detención erigido en el aeropuerto de la sureña ciudad de Kandahar, antiguo bastión talibán, ocho agentes de la estadounidense Oficina Federal de Investigaciones (FBI) comenzaron a interrogar a 15 combatientes talibanes y Al Qaeda. Los prisioneros, cuatro de ellos heridos, llegaron al Aeropuerto Internacional de Kandahar tarde el martes, y fueron ubicados bajo fuerte custodia en una instalación con espacio para 120 personas, rodeado de paredes de adobe y rollos de alambre de púas. (Reuters, DPA y Ansa)
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