Año CXXXV
 Nº 49.332
Rosario,
domingo  16 de
diciembre de 2001
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El Cata se arrepintió y el Torpedo dijo "yo no fui"
Daniel Díaz y Federico Arias explicaron las jugadas polémicas que protagonizaron



Se nota que Daniel Díaz es un tipo tranquilo, de esos que nunca reaccionan mal pero que cuando lo hacen hay que agarrarse. También se nota que es un tipo humilde, sencillo. Por eso concurrió a la sala de prensa después del partido y enseguida se mostró arrepentido por la actitud que determinó su expulsión cuando el partido estaba 0-1 y faltaban menos de diez minutos.
"Fue un segundo de calentura. Rivero me pegó una patada y un empujón y yo reaccioné mal", explicó un compungido Cata, quien señaló que le tiró al jugador de Chacarita un manotazo en la cara. "Realmente no estuvo bien lo que hice y espero que esto me sirva de experiencia para no volver a cometer estos errores", confió.
La tristeza de Díaz se potenció porque el domingo se perderá la definición del Clausura, donde Central intentará arruinarle las posibilidades (si es que después de la fecha de hoy quedan intactas) a River de ser campeón y porque "sabía que el Gringo Mustafá no iba a poder estar porque sumó la quinta amarilla. Eso me puso más triste aún".
En tanto, a Federico Arias se le vino encima todo Chacarita cuando continuó una jugada que los jugadores funebreros intentaron interrumpir para que Vivaldo sea atendido. Y en encima fue en el final.
La acción fue a los 44' del complemento, cuando el arquero funebrero chocó con su compañero Furios en un centro de Arias, Pizzi capturó el rebote y Vivaldo, quien ya había quedado sentido, volvió a salvar conteniendo la pelota, pero quedó muy dolorido y la largó para que Pinola la tirara afuera. Pero el defensor no fue suficientemente expeditivo y el balón no llegó a irse por el lateral. Arias lo tomó y encaró al área, interponiéndose el propio Pinola para sacarla al córner.
Allí se le vino al humo todo el equipo de San Martín y si Pompei no echó a nadie fue porque su labor fue pésima. Al finalizar el encuentro, los jugadores visitantes lo siguieron insultando por su falta de caballerosidad, aunque Arias se defendió luego diciendo: "No me dí cuenta que habían tirado la pelota para atenderlo a Vivaldo, sino no hubiera seguido". De todas maneras, pareció claro que se hizo el distraído.


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