Bien podría decirse que accedieron a las semifinales del Torneo Argentino de Tenis Rosario 2001 los cuatro malos de la película. Es que el Masters argentino se empeñó en dejar fuera de competencia en la primera ronda a los cuatro preclasificados, y por ende, favoritos para ser protagonistas de las semifinales. Pero todos se despidieron temprano. Hasta el sorteo fue caprichoso al enfrentar en el debut a Guillermo Cañas (1º) con Mariano Zabaleta que tranquilamente podrían haber sido los finalistas de mañana por los antecedentes más cercanos en el circuito. Guillermo Coria (2º) no pudo con su inactividad y su poca predisposición a darle más importancia al juego que a su imagen. Gastón Gaudio (3º) fue una clara muestra de cómo no se debe afrontar un torneo y Franco Squillari (4º) batalló duro, pero no pudo sacarse de encima el karma de las canchas rápidas, una barrera casi infranqueable para el ex semifinalista de Roland Garros. Y quedaron los cuatro menos esperados. Podría decirse que Zabaleta se transformó en el gran candidato, pero sentenciarlo sería casi una temeridad. La inestabilidad de las pretemporadas suele traer este tipo de sorpresas. Mariano deberá batallar desde las 12 contra el cordobés Agustín Calleri, que llegó al torneo como sustituto del lesionado David Nalbandian y ratificó sus ambiciones ante Gaudio. Chela y Acasuso se medirán a continuación en un duelo que, como mínimo, promete poner en riesgo la integridad física de los jueces de línea que deberán estar más atentos que nunca para esquivar los balazos. Para mañana quedará la final de este primer Torneo Argentino sobre canchas rápidas, que seguramente significará una buena inversión para los tenistas de cara a la temporada australiana.
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