El ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró ayer que para lograr el equilibrio fiscal el año próximo será necesario un nuevo ajuste en los gastos de la Nación de 1.500 millones de pesos y de 2.000 millones en las provincias, mayoritariamente en Buenos Aires. De ese modo, el titular de Hacienda anticipó que el presupuesto 2002 contempla todos los recortes que se hicieron en el segundo semestre de este año, más los tijeretazos adicionales.
La nueva ofensiva del ministro se produce en momentos de crisis dentro del Palacio de Hacienda. Ayer renunció el viceministro de Economía, Daniel Marx, el principal negociador de la deuda externa e interlocutor privilegiado de bancos y organismos internacionales (ver aparte).
En medio de esta agitación, Cavallo admitió ayer que baraja la posibilidad de una nueva poda en el gasto primario sobre los ya recortados salarios de los estatales y jubilados, la eliminación del aguinaldo y la desaparición del fondo docente.
Esta sería la solución que ensaya el ministro Cavallo debido a que los números oficiales no cierran por los bajos niveles de recaudación de impuestos y de ese modo, el gobierno no logra cumplir con las metas que le exige el Fondo Monetario (FMI) para hacer efectivo un desembolso adicional de fondos de 1.260 millones.
El ajuste que anticipó Cavallo se suma al recorte del 13% que ya había implementado el gobierno sobre los sueldos de los estatales y los achiques que habían realizado las provincias.
El titular del Palacio de Hacienda consideró que con esas restricciones en el gasto público la Argentina podrá recuperar el equilibrio fiscal y la confianza de los mercados internacionales.
Cavallo, quien habló ayer en la Fundación Dolphin, no dio detalles de cómo logrará equilibrar las cuentas fiscales que a priori no cierran sólo con la eliminación de las exenciones que el gobierno dispuso sobre los planes de competitividad, como la posibilidad de descargar los aportes patronales a cuenta del IVA.
El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, mantuvo reuniones reservadas con legisladores del PJ y la Unión Cívica Radical y en esos encuentros se plantearon los puntos clave del ajuste:
* Eliminar el aguinaldo a empleados públicos y mantener el recorte del 13% sobre los sueldos. Si no desaparece el aguinaldo, el porcentaje de descuento mensual debería ser mayor.
* Abolir la mayor parte de los planes de competitividad, como la posibilidad de compensar el impuesto al cheque con los aportes patronales. Sólo se exceptuará a exportadores y transportistas.
* Transferir Policía y Justicia a la órbita de la ciudad de Buenos Aires.
* Anular el incentivo docente.
Economía baraja una caída de la recaudación del 20% para el año próximo, y el producto bruto crecería por debajo del 1,4% inicialmente previsto, aunque la cifra precisa no trascendió.
El diálogo de Baldrich con los legisladores fue bastante caliente. Algunos dijeron que será imposible aprobarlo, pero nadie se levantó de su silla. Los legisladores justicialistas -entre ellos Oscar Lamberto, Jorge Matzkin y Jorge Remes Lenicov- aseguraron que la deuda de 1.600 millones que la Nación mantiene con las provincias tensó la cuerda de las negociaciones. El presidente del bloque de diputados del radicalismo, Horacio Pernasetti, admitió que Economía prevé en el presupuesto "aumentar el recorte de salarios sobre estatales y jubilados o eliminar el aguinaldo", si no mejora la recaudación.
Pernasetti aseguró que el proyecto de Presupuesto presentado por Economía "plantea mantener el déficit cero y la reducción del 13% sobre estatales y jubilados, pero incluye la hipótesis de que en caso de no mejorar la recaudación ese porcentaje debería ser aumentado o tomar algún otro rubro significativo en el gasto, como es el caso del aguinaldo".
Lograr el consenso para un nuevo recorte de gastos primarios que recaiga sobre los sueldos de la administración pública no será una tarea nada sencilla para el ministro de Economía, más aún cuando ya tiene la negativa del oficialismo que desde el viernes tiene en su poder un texto del proyecto de ley de leyes.
La profundización del ajuste no es otra cosa que la aplicación a rajatabla de la ley de déficit cero. Teniendo en cuenta que los números de la recaudación se desinflan y que el gobierno ya aplicó un recorte del 13% en los haberes de jubilados y empleados públicos, es probable que este porcentaje aumente para lograr cumplir con el déficit cero.
El gobierno pagó ayer los intereses de los bonos 6 Samurai por 480 millones, que vencían hoy, y deberá afrontar otros compromisos entre 17 y el 20 de diciembre.
La Ciudad
