Precarización y fuerte presión de los que buscan trabajo

Suman 226 mil los rosarinos que tienen problemas de empleo

Entre desocupados y subocupados, suman el 40% de la población en condiciones de emplearse

Jorge Kaplan

El desempleo en el aglomerado Rosario batió todos los records, alcanzando en el mes de octubre el 22,8%, tal como lo anticipó ayer La Capital . Así lo confirmó ayer el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos, al difundir oficialmente los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). El subempleo se ubica en el 17,2%, lo que implica que el 40% de los rosarinos en condiciones de trabajar tiene problemas de empleo, unas 226.500 personas. El 22,8% de desocupación es la peor cifra desde que el inicio de las mediciones en 1975, superando los niveles de la hiperinflación de hace una década y la crisis del "tequila" en 1995.
La EPH revela que 129 mil personas están desocupadas y unas 97 mil son subocupados, lo que suma un total de 226 mil rosarinos con problemas de empleo. Comparado con igual mes del año anterior, este sector creció un 23,5%.
La población ocupada (que también incluye a los subocupados) es de 436 mil personas, manteniéndose en los mismos niveles de octubre 2000. Pero, el fuerte crecimiento de los subocupados (todos aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales y quieren trabajar más) en casi 9 mil personas, revela la precarización del empleo en la región.
El factor más importante para el fuerte crecimiento de la desocupación es el ingreso de más gente al mercado laboral en busca de empleo, lo cual se observa en el crecimiento en 33 mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA) que suma ocupados y desocupados. Esto se nota también en la estabilidad de las tasas de empleo y actividad.
Haciendo una comparación interanual, ahora hay 34 mil desocupados y 9 mil subocupados más que en octubre de 2000, o sea un total de 43 mil personas más con problemas de empleo.
La precarización del empleo se observa en casi todos los indicadores. Por ejemplo, el porcentaje de los ocupados con estabilidad permanente pasó del 84% en octubre de 2000 al 77,3% de ahora; mientras que los inestables pasaron del 10,7% al 15,5%, las changas del 2,2% al 3,1%, y el empleo temporario fue del 3,1 al 4,1% en octubre pasado. Entre los ocupados, el 30% busca otro empleo, mayormente porque lo que gana no le alcanza.
Por edad, la franja de 20 a 29 años tiene la tasa de desempleo más alta, alcanzando el 30%. También se notan fuertes crecimientos en las personas de entre 50 y 69 años, y el regreso al mercado laboral de personas de más de 70 años que pasó de 0% de desempleo al 8,6%.
Por rama de actividad, los sectores que más expulsaron mano de obra fueron "construcción" (pasó de 12 mil a 21 mil desocupados) y "comercio y servicios" (de 17.600 se elevó a 34 mil).
En cuanto al rol en el hogar, 42 mil desocupados son jefes de familia (29 mil un año atrás), 23 mil son cónyugues (antes 15 mil) y 54.700 son hijos (antes 43 mil). Queda claro que son más los integrantes de la familia que sale a buscar trabajo, y que además los puestos que se destruyeron son de jefes de familia.
La EPH revela que el 10,5% de los hogares tienen a su jefe desocupado (contra 7,4% de octubre 2000), y uno de cada cuatro hogares tiene algún desocupado.
Por el lado de la categoría ocupacional que tenían antes los actuales desocupados, un 2,5% eran jefes o empleadores (0,6% un año atrás), 28,8% de cuentapropistas (21,5%) y obreros un 67% (77,3% en octubre 2000). Estos números revelan que la crisis también alcanza a los niveles gerenciales de las empresas o a quienes fueron a la quiebra, mientras que el trabajo cuentapropista sigue en picada.