Año CXXXV
 Nº 49.330
Rosario,
viernes  14 de
diciembre de 2001
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Otro Paro. Dispar acatamiento y continuidad de la medida
Bronca y violencia en Casilda
Manifestantes atacaron por sorpresa una estación de servicio con piedras y palos

Gustavo Orellano

Casilda. - Más de un millar de personas participaron ayer de una movilización y un corte de ruta frente la Facultad de Ciencias Veterinarias en el marco del paro nacional dispuesto por las corrientes sindicales del país. Durante la protesta se registraron algunos incidentes que la policía logró controlar sin reprimir. Los manifestantes rompieron con piedras y palos los vidrios de una estación de servicios y también agredieron otros comercios que se encontraban abiertos mientras se desarrollaba la medida de fuerza.
El paro tuvo un acatamiento masivo al igual que en el resto del departamento Caseros donde, sin embargo, no hubo movilizaciones. Los casildenses comenzaron a ganar las calles desde temprano y el clima de protesta contrastó con la fisonomía de una ciudad totalmente inactiva. Comerciantes, trabajadores, desocupados y representantes de organizaciones gremiales y sociales fueron protagonistas de una jornada de lucha poco usual para Casilda, aunque también sumó gente de localidades vecinas. Se notó la ausencia de los políticos locales.
Los manifestantes se concentraron en Buenos Aires y 25 de Mayo para luego marchar por las calles de la ciudad entre bombas de estruendo, cánticos y pancartas. La columna se detuvo frente las sucursales bancarias para expresar su repudio contra el sistema financiero. Al llegar a la esquina de peatonal Sarmiento y Buenos Aires se resolvió ir hacia la ruta para hacer el acto.
Allí incendiaron neumáticos e interrumpieron el tránsito por más de una hora, lo cual obligó a la policía a colocar vallas a unos 200 metros a cada lado del lugar de la concentración para desviar el tránsito.
Después del acto los manifestantes que aún quedaban caminaron unos 300 metros sobre la ruta hasta llegar a la estación de servicios Esso que estaba trabajando. Indignados porque el comercio no se plegó a la medida comenzaron a arrojarle piedras y palos. Rompieron los vidrios de una cabina y tumbaron por la fuerza exhibidores de aceite para vehículos ante la perplejidad del encargado del comercio que en principio atinó impedir la agresión.
La policía logró disuadir la revuelta sin reprimir, lo que permitió garantizar el éxito del operativo. "Este incidente es consecuencia de la actitud provocativa de un comercio que abre sus puertas cuando todos paran", dijo uno de los manifestantes tratando de justificar las razones de la agresión, aunque los organizadores de la marcha lamentaron lo sucedido.
Luego del altercado unos pocos manifestantes también insultaron y protestaron frente a otra estación de servicios ubicada en Ovidio Lagos y Tucumán y una pinturería que abrieron sus puertas, aunque no llegó a mayores. La policía hizo un cordón para proteger la integridad de los edificios.
La manifestación se venía desarrollando pacíficamente hasta que después del acto y cuando ya se había retirado gran parte de los concurrentes se produjeron actos aislados de violencia. No obstante fue la movilización de mayor magnitud que tuvo Casilda en los últimos años.
Durante la protesta se fustigó con dureza al modelo económico y a la clase política. La mayoría de los oradores cuestionaron a los funcionarios locales nacionales y provinciales por su "inacción y falta de respuesta a las reclamos de la gente".


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