cartas

Despedida frustrada

Con suma congoja sufro junto con alumnos y padres las medidas seguramente generadas en la impotencia reinante en tantos terrenos sociales. Sabemos de la desvalorización en la que todos estamos sumidos, de los mensajes ambivalentes y confusos que circulan en todos los ámbitos generando desconcierto, inseguridad y fundamentalmente incertidumbre. En este marco se ha determinado no despedir a 108 jóvenes del turno mañana de la Escuela Normal Nº1, despedida que para muchos, la mayoría, sería el cierre de un recorrido de 14 años por sus aulas. Esta centenaria escuela, en las personas de sus directivas actuales, ha decidido ignorarlos, rechazarlos, negándoles su reunión final. Causa: mala conducta, sin mediar notificación alguna a los padres que supimos de los acontecimientos por las versiones de nuestros hijos. Mensaje desesperanzador de adultos que no se atreven, inexplicablemente, a hacer frente justamente a alguna situación difícil con algún o algunos jóvenes que tienen bajo su responsabilidad e involucran a todos bajo el mismo régimen de rigor sin diferencias ni matices, negándoles lo que es su derecho: ver el final de una etapa plasmado en su acto de colación. En alusión a la otrora emocionante oración a la escuela: la madre cariñosa que los recibe de pequeñitos en su cálido regazo no ha logrado hoy reintegrar a estos chicos a la sociedad armoniosamente sino que los expulsa desafectiva en un clima de arbitrariedad que contribuye aún más a la confusión, la violencia y a las dificultades de la situación y la partida.
DNI 5.988.485