-¿Se puede decir que pertenecés a la última camada de jugadores que respetaba lo que decían los más experimentados? -Sí, por eso voy a contar una experiencia que me pasó cuando recién arrancaba en las inferiores de Newell's. Cuando estaba en quinta división una vez me llamaron para hacer fútbol con la primera que dirigía Marcelo Bielsa. Había cada jugador en ese plantel, estaban Gamboa, Pochettino, Martino, Scoponi, Llop y otros más que después salieron campeones y llegaron a disputar la final de la Libertadores contra San Pablo en el 92. Y en una jugada común me le tiré desde atrás a Martino y le pegué en el tobillo. El Tata se dio vuelta y me miró para embocarme, si no lo sacaba en ese momento el Negro Gamboa me metía una trompada. Pero cuando terminó el entrenamiento, el Tata se acercó y me pidió perdón. Con esto quiero demostrar la grandeza del tipo, yo era un rata y él no tenía obligación de pedirme disculpas por su reacción. En realidad el que había estado mal era yo, por querer demostrar todo en mi primera práctica con ellos casi lo lesiono y lo dejo afuera para el resto de la temporada. Eso que hizo Martino con el correr de los años se fue perdiendo, ahora si un pibe le pega una patada a un jugador más experimentado ni siquiera le pide perdón y en la otra jugada le pega otra más fuerte. Por ejemplo antes te sentabas a comer en la concentración y comías postre si los más grandes te dejaban. Hoy eso también cambió, se perdió el respeto, los pendejos son muchos más zarpados y no le podés decir nada porque te mandan a la mierda. -¿Creés que a los pibes de hoy sólo les interesa ganar plata? -Puede ser. Conozco muchos jugadores que venían al entrenamiento en autos último modelo y no tenían un departamento para vivir. Eso ya no pasa porque el jugador de ahora piensa diferente, además tiene gente alrededor que lo ayuda a cuidar el dinero. -¿Si nacieras de nuevo qué modificarías de tu carrera? -Me hubiera gustado nacer habilidoso (risas). -¿Cómo definirías tu relación con Eduardo López? -Normal, de presidente a jugador. Tenía el mismo trato que el de varios compañeros experimentados como yo. La duda que me va a quedar siempre es si él tuvo que ver con mi salida o si fue obra de Rebottaro. Si algún día me lo encuentro se lo preguntaría. -¿Quién te gusta más: Ponzio o Bernardi? -Lucas, pero por una cuestión de experiencia. Creo que cuando Ponzio logre el aplomo necesario que requiere la posición y no se desordene tanto, será un jugador bárbaro. Seguramente en pocos años le dará a Newell's todo lo que dio Bernardi. -¿Te sorprendió la llegada del Chocho Llop? -No, para nada. Era lo lógico, por el momento que vive el club lo ideal era traer a un técnico del club. Y el Chocho es de Newell's, sólo hay que darle el tiempo necesario para dejarlo plasmar sus ideas.
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