Año CXXXV
 Nº 49.323
Rosario,
viernes  07 de
diciembre de 2001
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En una charla a fondo habló de su alejamiento de Newell's y, de paso, le pegó a Rebottaro
Priotti se quedó con la sangre en el ojo
El ex rojinegro dijo que le molestó mucho haber sido un jugador de repuesto en todos los planteles que integró

Mauricio Tallone

Jorge Priotti entiende de diplomacia y a esta altura de su carrera sabe muy bien lo que sus interlocutores quieren escuchar. A los 29 años y después de una trayectoria abonada a las desventuras, el ex volante de Newell's está más habituado a encender el guiño y recostarse a un costado de la ruta que a sujetar el volante con fiereza y avanzar vertiginosamente. Resulta imposible, entonces, no emparentarlo con esos casos de jugadores que se destacaron más por su aureola de buena gente que por su trascendencia futbolística.
Quizás por eso se apoya en la firmeza de su pensamiento y no accede al pedido para activar la bronca por su alejamiento del Parque Independencia. Pero después de una hora y media de charla con Ovacion la sensación no necesitó ser esforzada, floreció casi por decantación: el Gringo no eligió irse de Newell's, eligieron por él, aunque la decisión final terminó dibujándose de otra manera.
Y a pesar de que hoy parece haber encontrado su lugar en el mediocampo del Belgrano de Carlos Ramacciotti, no hay lamentos ni requiebres en Priotti. Sólo cicatrices por su pasado rojinegro que afloran en definiciones amargas, ahora que ya no sangran como antes.
-Teniendo en cuenta los años que estuviste en Newell's y no lograste la continuidad esperada, ¿se puede decir que Belgrano te dio en poco tiempo lo que no encontraste en Newell's durante diez años?
-Sí, aunque hubiera dado cualquier cosa para que todo esto que me está pasando en Belgrano me hubiese pasado en Newell's. Pero las cosas se dieron así y no me queda otra que aceptarlas.
-¿Sentís que en Newell's perdiste el tiempo?
-No, si Newell's es como mi casa. Yo soy un eterno agradecido a ese club, lo que pasa es que peleé mucho y estuve diez años encaprichado en hacer las cosas bien para ganarme un lugar. No sabés lo que hubiera dado con tal de entrar por un ratito en la piel del hincha de Newell's. Esa es la gran cuenta pendiente que voy a tener en mi carrera y que nunca voy a saldarla.
-¿Ya bajaste los brazos?
-Sí, porque soy consciente de que a mi edad es casi imposible que algún día pueda regresar a Newell's.
-¿Qué te dolió más de tu ida?
-La forma en que me tuve que ir. Cuando me acuerdo que estuve diez años y me fui casi ignorado me duele muchísimo. Sobre todo porque siempre di lo mejor, nunca tuve problemas con nadie, pero el destino quiso que estuviera lejos de Newell's.
-¿No te arrepentís de haber estado tanto tiempo sin tener continuidad?
-Y sí, eso es algo que vivo reprochándome. Tal vez si hubiera buscado en su momento una salida yendo a préstamo a algún club seguramente me hubiera ido mejor. Igualmente no me quejo, los mejores momentos de mi carrera los pasé en Newell's, siempre voy a estarle agradecido por haberme formado como ser humano y jugador.
-¿Sentís que la gente de Newell's llegó a reconocer que dejaste la vida por la camiseta cada vez que te tocó entrar?
-Creo que sí, aunque sé que nunca fui un jugador imprescindible para los equipos que jugué. Siempre dormí tranquilo porque hice todo lo que estaba a mi alcance dentro de la cancha.
-Ahora que ya pasó el tiempo y tuviste la posibilidad de reflexionar más fríamente, ¿quiénes fueron los culpables de tu ida de Newell's?
-En realidad no quiero hablar de las cosas malas que me pasaron en el club ahora que estoy afuera. Prefiero rescatar las cosas buenas.
-¿Pero al menos podés contar la verdad de tu alejamiento?
-La verdadera historia es que yo jugué el último año en Newell's sin arreglar contrato. Cuando llegó la época de la renovación del acuerdo, Andrés Rebottaro -en ese momento era el técnico- me dijo que me quedara tranquilo porque había hablado con Eduardo López (presidente de Newell's) y las intenciones eran renovarme por un año más. Es decir, iba a dejar de jugar por el 20 por ciento para arreglar por un año más. Pero el tiempo pasó, se acercaba el cierre del libro de pases y yo trataba por todos los medios de arreglar la situación porque estaba realmente intranquilo. Pero a quince días del cierre del libro de pases vino Rebottaro y me dijo que no iba a tenerme en cuenta. Habían decidido no renovarme el contrato. Así de claro, me limpió del equipo al cierre del libre del pases y prácticamente me dejó en banda.
-¿Qué pensás que ocurrió?
-Ahora que lo pienso más fríamente creo que fue una cuestión de proyección, otra no me queda pensar. Como yo en ese momento era un jugador de 27 años, no tenía mucho sentido mantener a un jugador de esa edad sin continuidad. Pero a mí lo que me molestó fue la forma en que se manejaron las cosas. Creo que no merecía un trato así, estuve un montón de tiempo en Newell's y nunca tuve problemas con nadie. Ustedes -los periodistas- saben que me manejé con humildad y si Rebottaro pensó que no le servía en el equipo me lo hubiera dicho. Con decirme «Gringo buscate otro club porque no vamos a utilizarte» se terminaba la historia y yo lo hubiera entendido.
-¿Sentís que te forrearon?
-La verdad, me sentí un p... Creo que merecía una salida más digna. No sabés lo que fue para mí tener que irme de un día para otro de Newell's. Me agarró una tristeza terrible, durante diez años de mi vida me preparé para ir a practicar a Bella Vista y de un día para otro me dijeron que no fuera más. Fue terrible, además estaba lo otro, tenía que seguir para no perder ritmo y por eso me entrenaba solo en el parque Urquiza. Cuando terminaba me largaba a llorar, no sabía qué iba a ser de mi vida. Por un lado sentía que tenía mucho años de carrera por delante, y por otro no me salía ninguna propuesta concreta. Sinceramente el que me salvó la vida fue el Tata Martino que me llevó a Instituto, de no haber sido por él hoy estaría laburando arriba del tractor con mi viejo y jugando en el campo. Gracias a él logré continuidad en Instituto y apareció la propuesta para jugar en Belgrano.



Priotti dijo que le hubiese gustado seguir en Newell's.
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