Aún cuando a priori parece ser el rival más accesible que el seleccionado argentino de fútbol hallará en la primera ronda del Mundial Japón Corea 2002, el combinado sueco encierra ciertas dificultades por la solidez defensiva que exhibe y por la contundencia demostrada por sus delanteros.
El elenco conducido por la dupla que integra Lars Lagerback y Tommy Söderberg (ambos de 53 años) se erigió en uno de los representativos europeos que con mayor comodidad alcanzó el pasaporte al mundial asiático, a punto tal que ganó claramente el grupo 3, con 8 victorias y 2 empates en 10 presentaciones, superando por cinco unidades a Turquía, que también consiguió su pasaje a la cita ecuménica.
Las claves del éxito sueco en eliminatorias estuvieron en su defensa (apenas cedió tres goles en 900 minutos de juego) y en la efectividad lucida por su dupla de atacantes, entre los que se destacan Henrik Larsson (Celtic, Escocia) y el experimentado Kennet Andersson (Fenerbahce, Turquía).
Además, cuando se lesionó Andersson, el conjunto sueco halló un buen sustituto en Marcus Allback (Heerenveen, Holanda), autor de 5 de los 20 tantos que Suecia obtuvo en eliminatorias.
El otrora pelilargo Larsson no deja de sacudir redes adversarias y en las últimas temporadas en la liga escocesa no bajó del promedio de 30 goles por año. Una cantidad que, más allá de haber sido alcanzada en una de las ligas no tan cotizadas del continente, no deja de sorprender.
Pero el poder de Suecia no solamente reside en lo que pueda pergeñar Larsson. Una sólida defensa y un batallador mediocampo contribuyen a que el conjunto adquiera firmeza más allá de los nombres.
Porque los escandinavos combinan a jóvenes promesas con experimentados valores, que militan en entidades del extranjero hace unas cuantas temporadas.
Son los casos de los zagueros Patrik Andersson (Barcelona, España) y Johan Mjalby (Celtic, Escocia), quienes le otorgan la confianza necesaria a un equipo que desarrolla un esquema clásico (4-4-2).
Y en el mediocampo también hay gladiadores de mil batallas como Fredrik Ljungberg (Arsenal, Inglaterra), Hakan Mild (Wimbledon, Inglaterra) y Stefan Schwarz (Sunderland, Inglaterra), entre otros.
En un equipo por demás equilibrado, con apego a la marca zonal y sin desconcentraciones tácticas que son habituales en otros, la cuota de fantasía de los auriazules pasa por Anders Svensson (Southampton, Inglaterra).
Pero si no la llegada a la línea de cal del fondo está garantizada, generalmente, con las proyecciones de los laterales Olof Mellberg (Aston Villa, Inglaterra) y Pontus Kamark (IFK Goteborg).
Por ese motivo, Suecia amenaza convertirse en un adversario de riesgo para la Argentina, en el choque que ambos asumirán el miércoles 12 de junio del año próximo en la ciudad de Miyagi, por el grupo F de la Copa del Mundo.
En su período de aclimatación para la 17ª edición de un campeonato mundial de fútbol, Suecia se medirá sucesivamente en cotejos amistosos con Grecia (13-2-02), Suiza (27-03-02) y Noruega (17-04-02). Y falta determinar si habrá un cuarto ensayo, con adversario a designar.
Por cierto que los suecos no ingresan dentro de la elite europea del fútbol. Sin embargo, a fuerza de convicción ganadora, solidez y solidaridad, se convertirán en un rival complicado para cualquiera. Bielsa ya debe estar tomando nota. (Télam)
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