Alejandro Cachari
La ecuación no es sencilla, no resulta para nada fácil. ¿Cuál es el camino que debe elegir Teglia? Se deja expresamente aclarado que se pregunta por una opción y no por la conveniencia del entrenador, la cual sería bastante imaginable. Para el director técnico de Central los resultados favorables significarían el aval más sólido para proyectarse como entrenador auriazul para la próxima temporada. Sin embargo, optó por el camino más difícil, el más espinoso. Eligió arriesgar el pellejo probando variantes, promoviendo a los chicos que conoce de memoria, modificando el sistema de juego porque su filosofía le demanda que ponga en la cancha un esquema más ofensivo y de mejor trato de pelota. Hasta ahí, gustos al margen, la decisión del ex ayudante de Bauza es irreprochable. El quid de la cuestión es saber qué margen tendrá Teglia para seguir siendo auténtico y honesto con sus enunciados. Cuando se habla de límites, se quiere referir que si no aparece una victoria su idea empezará a tambalear y quizás las influencias externas le tuerzan el brazo. La apuesta fue demasiado arriesgada ante un equipo muy sólido tácticamente como Colón y quedó expuesto en el primer tiempo. Pero su pensamiento se fortificó en el complemento, cuando lo que arengó durante toda la semana se vio plasmado en la cancha y Colón no pudo encontrarle la vuelta a la presión y al buen trato de pelota auriazules. Siempre dentro de un marco de medianía futbolística que no hace más que dejar bien enunciada la realidad canalla. Central lleva seis partidos sin triunfos y el panorama empieza a oscurecerse aún más. Por eso son inciertas las chances de libre expresión del entrenador. ¿Existirá la posibilidad de ver en la cancha la verdadera idea futbolística de Daniel Teglia, o sólo sucumbirá a las presiones y se transformará en un mero buscador de continuidad?, que no es ni más ni menos que apostar a objetivos efímeros e inconsistentes. Será fácil dilucidarlo. La formación canalla para el próximo partido ante Gimnasia en La Plata puede ser todo un síntoma. Está muy claro que el técnico quedó muy conforme con la expresión futbolística del segundo tiempo, que es lo mismo que suponer que no habrá variantes sustanciales. El problema son los 6 partidos sin cosechar tres puntos, la supremacía de Newell's en la tabla, el deterioro del promedio, la inestabilidad institucional. Lo cierto es que en medio de un piso movedizo sobre el que pisa Central, quizás sería conveniente tomar algunas precauciones. Sin traicionar las ideas, pero con cuidados especiales. Más que nada porque el equipo necesita volver a creer en sí mismo. Y quizás sea conveniente reforzar los conceptos más rudimentarios antes que pulir los detalles.
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