No hay motivos como para suponer que los jugadores de Central podrán despojarse fácilmente de la situación institucional. Pero tampoco debe cargarse todas las tintas sobre un único problema porque inmediatamente se desconocerían grandes campañas de equipos que estuvieron, o están, en situaciones mucho peores. Racing, por ejemplo. A Central los seis partidos consecutivos sin triunfos no le llegaron sólo porque el club vive un clima político hostil. También hay defecciones deportivas. Errores que se cometen dentro del campo de juego, o en la programación de los partidos. Por ejemplo. Si Central no se hubiera replegado en el clásico después del tempranero gol de Encina, bien podría haber definido el pleito antes de los 30 minutos, hubiera cortado una racha de más de 20 años sin triunfos en el parque Independencia y gozarían de inmunidad popular hasta el final del Apertura. El conjunto auriazul no perdió ante San Lorenzo sólo porque los inconvenientes institucionales lo hacen vulnerable. Cayó porque jugó pésimamente mal ante un equipo completamente alternativo que hasta se dio el lujo de manejar el desarrollo durante todo el segundo tiempo. La estadística de los últimos partidos sería más drástica aún si a Fabián Madorrán se le hubiera ocurrido cobrar infracción de Daniel Quinteros en el empate agónico ante Belgrano. Nadie hubiera dicho nada y los cordobeses se hubieran llevado tres triunfos valiosos. Por lo demás, se sabe que un empate en tiempo de descuento suele disimular unas cuantas falencias que llevaron al equipo a quedar al borde de la derrota. No sólo influyen los problemas dirigenciales. La floja actuación de Pizzi, el referente excluyente del equipo, en la segunda mitad del torneo también. Y algunas decisiones que los técnicos suelen guardar en cofres lacrados, pero que también socaban la retroalimentación que debe existir entre cuerpo técnico y jugadores y termina creando un clima de desconfianza mutua que, obviamente, no es lo más adecuado. La insólita salida de Arias en su mejor momento influye, la desaparición de Encima de la nómina de los 16 también.
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