Londres. - Las investigaciones de la CIA se centran en el banquero de Osama Bin Laden, el jeque Saiid, supuesto financista de los atentados del 11 de septiembre, según los servicios secretos estadounidenses. Saiid, nacido hace 33 años en Arabia Saudita, financió la organización Al Qaeda con una cifra equivalente a cerca de 300 millones de dólares por año, asegura el diario londinense The Times. El dinero proviene de benefactores adinerados de Medio Oriente simpatizante de la causa de Bin Laden o de recursos propios.
Las autoridades norteamericanas están convencidas de que Saiid dispone de suficiente dinero como para financiar -sin ayuda del buscado terrorista saudita- otro mega-atentado en Estados Unidos.
Los rastros del financista parecen haberse perdido pocas antes de los ataques del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.
Ese día, dice The Times, Saiid tomó un vuelo a Dubai directo a Karachi y ahora se encontraría en uno de los estados que componen los Emiratos Arabes.
El joven árabe, conocido también con el nombre de Mustafá Ahmed al-Hawasawi, se caracteriza por su vestimenta impecable, se aloja en hoteles exclusivos de cinco estrellas y conduce un auto deportivos.
La CIA quiere interrogarlo para cerrar definitivamente el imperio financiero de Al-Qaeda y tal vez, observó el Times, tratará de convencerlo de traicionar a Bin Laden a cambio de una fuerte suma de dinero.
Un arresto clave en Italia
El ministro del Interior italiano Claudio Scajola anunció el arresto de Kishk Samir, egipcio, de 46 años, buscado por la Justicia con relación a la investigación que se lleva a cabo en Milán sobre las células terroristas de matriz islámica en Italia.
Samir, contra quien había sido emanada una orden de captura el 5 de octubre pasado, fue arrestado en el aeropuerto romano de Fiumicino, mientras se encontraba en tránsito procedente de El Cairo, con dirección a París.
Egipcio, con domicilio en París, Samir resulta investigado por tráfico de armas, explosivos, agentes químicos, documentos de identidad y por haber facilitado la inmigración clandestina.
Samir, conocido como Hammada, había logrado evitar la captura en octubre pasado, durante el operativo de la policía de Milán contra los miembros del Grupo Salafita para la Predicación y el Combate Activo en Lombardía (norte de Italia) cuyo referente era Essid Sami Ben Khemais, arrestado en abril.
Para los investigadores se trata de una figura de primera plana en el ámbito de la organización terrorista, dirigente de la principal ramificación del grupo salafita en territorio francés.
En Francia, dijeron los investigadores, Samir conseguía documentos falsos, alojamiento y víveres a los militantes listos para partir a los campos de adiestramiento de Al Qaeda o a los frentes de combate.
En marzo, Kishk acompañó a Essid Sami Khemais durante un viaje a Francia y España para contactar a los militantes del grupo salafita.
La policía italiana asegura que el arresto de Samir Kishk representa un duro golpe para la compleja estructura terrorista que desde las bases del norte de Italia se ramifica en muchos países europeos y tienen contactos directos con referentes de la organización de Osama Bin Laden.
La red terrorista, muchas veces haciendo base en centros islámicos o mezquitas, tenía células activas en España, Francia, y Alemania, entre otras naciones europeas. Se supone que muchas ramas de la red siguen indemnes y sin detectar por los investigadores. (Ansa)