Año CXXXV
 Nº 49.318
Rosario,
domingo  02 de
diciembre de 2001
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La presión de los banqueros hizo peligrar el canje de deuda

Javier Mazars

El canje de deuda pública, que se cerró en la noche del viernes por un monto superior a los 50 mil millones de dólares, cifra considerada por el gobierno como un "éxito", peligró en horas de la tarde de ese día cuando varios bancos extranjeros ejercieran presiones y se negaran a ofrecer la indemnidad solicitada por el agente fiduciario ante eventuales juicios futuros por parte de tenedores de bonos.
La operación superó las expectativas previas al alcanzar los 40 mil millones sobre un universo elegible de 64.517 millones de dólares, y permitirá un ahorro de 3.000 millones de dólares al año en el pago de intereses de la deuda para la Nación y las provincias.
La controversia se suscitó entre el Ministerio de Economía, la Caja de Valores, que actúa como agente fiduciario y los bancos organizadores de la operación, y la cuerda se tensó al máximo cuando las entidades se negaron a aportar el monto comprometido para la conformación de un fideicomiso (por 300 millones) conjuntamente con el gobierno, cuyo único fin era afrontar eventuales acciones legales resultantes del canje.
Mientras se desarrollaban diferentes reuniones para destrabar el conflicto, el Mercado Abierto Electrónico (MAE) recibía órdenes de postergar el horario de cierre para la presentación de ofertas.
Originalmente el cierre estaba previsto para las 16 horas y finalmente se ingresaron posturas hasta las 21.
Con el transcurrir de los minutos, la cuerda se tensó, al punto tal que los bancos presentaron por nota ante el Ministerio de Economía que sólo aportarían 100 millones de los 150 comprometidos para la conformación del fideicomiso, que reaseguraba a la Caja de Valores ante eventuales juicios.
Así fue como las entidades indicaban que los restantes 50 millones de su mitad los aportara la Caja de Valores, algo que fue tajantemente rechazado por los letrados de la entidad bursátil, que a su vez amenazaron con desistir de ser los agentes fiduciarios.
Ya iniciada la operación de canje y con esta postura de la Caja de Valores el tema parecía entrar en un terreno "muy complicado".
Además, los bancos, ante el rechazo de las autoridades económicas a su nota, salieron del Palacio de Hacienda pero antes de cruzar el umbral hicieron su última jugada: presentaron la nota en mesa de entradas y se fueron con la copia recibida.
En el acto fueron notificadas las autoridades del Ministerio, que finalmente forzaron el retiro de esa nota, tras lo cual el sector disidente de la banca comenzó a colocar nuevamente sus ofertas en el sistema electrónico del MAE.
La embestida final fue comandada por Emilio Cárdenas, ejecutivo del HSBC Bank, sin la anuencia de Eduardo Escasany, actual presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), quien -según confiaron a Télam fuentes vinculadas a la negociación- "no estaba de acuerdo en presionar a último momento, ya que se ponía en riesgo la operación más importante que enfrentaba el país". (Télam)


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