Christophersen. - Los anegamientos generan, además, situaciones poco claras y no menos peligrosas en los caminos de la zona. Por ejemplo, en la ruta 14 no había ninguna advertencia clara sobre qué tipos de vehículos podían enfrentar el tramo anegado entre María Teresa y Christophersen. En ambos extremos del acceso que funciona como camino alternativo sólo aparece una señal aunque no es muy clara. En una recorrida que hizo La Capital, tras la suspensión del carretón para cruzar a los vehículos, sólo la buena voluntad de un camionero alertó sobre el peligro de atravesar los dos kilómetros anegados en auto: sólo camionetas o camiones de gran porte pueden arriesgarse con suerte. En tanto, productores agropecuarios de la zona reaccionaban ayer asombrados al encontrarse con un terraplén de tierra de un 1,50 metro que la Dirección Provincial de Vialidad está elevando a un costado de la ruta 14, entre Christophersen y San Gregorio. El montículo tiene el largo de la zona más baja del lugar, y es el punto más vulnerable del sistema, por donde drenaría el agua hacia Buenos Aires, de ocurrir un desborde fuera de control. "Dicen que van a poner unos tubos en la ruta, pero tal vez se espera un pico muy grande de agua y quieren protegerla", se preguntan los productores. De ser así se inundarían seis mil hectáreas de campo entre Christophersen y María Teresa, que corresponden a pequeños y medianos productores. "Quieren salvar la ruta y los cascos urbanos, pero así perjudican a los pequeños productores", enfatizaron.
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