Responde con goles

Pavlovich es la carta ofensiva del equipo de Llop

Mauricio Tallone

Nicolás Pavlovich está angelizado. No sólo vive sus horas más dulces desde que se transformó en la carta brava del equipo de Juan Manuel Llop, sino que no se anima a traicionar esa fidelidad estereotipada que acarrea de la adolescencia. Ni siquiera, los tres goles que le convirtió a Huracán lo invitan a correr detrás de esa zanahoria que son noventa minutos de fama.
"¿No veo por qué deba cambiar mi manera de ser ahora que me están saliendo las cosas y estoy haciendo goles?", dice Nico, apodo severamente jaqueado desde que empezó a patentar en sus festejos el vuelo de un buitre.
Pavlovich trasmite paz. En un fútbol al borde de un ataque de nervios, el delantero rojinegro está atravesando su mejor momento pero no se sumerge en la lógica frenética que termina por contagiar los discursos de los protagonistas. Con la calma del hombre ajeno a las grandes urbes -nació en Balcarce, provincia de Buenos Aires- se prestó al diálogo con Ovación y no escondió la pelota bajo la suela.
-¿Contra Huracán jugaste el mejor partido desde que estás en Newell's?
-Jugué bien, pero no creo que haya sido mi mejor partido. Lo que pasa es que para un delantero haber convertido tres goles siempre es muy importante.
-Pero al menos reconocés que estás en un gran momento.
-Sí, puede ser. Pero el progreso no sólo fue mío, sino de todo el equipo. Debo reconocer que los trabajos que hacemos durante la semana fueron determinantes para que perfeccionara mi manera de definir.
-¿El penal del domingo se lo habías pedido a Llop?
-Sí, lo quería patear yo. Lo habíamos hablado durante la semana con el Chocho y como no estaba Maxi (por Rodríguez) lo pateé yo. Además el viernes había practicado y quería sacarme la mufa por el penal que erré ante Banfield.
-¿Qué te dijo Morquio cuando se te acercó en el momento que ibas a patearlo?
-Nada, son cosas del partido. Vino y se hizo la señal de la cruz adelante de la pelota para que lo errara. Pero no le sirvió de mucho.
-Sí, pero después te atendió en una jugada en el primer tiempo.
-Sí, pero ya estoy acostumbrado a pelear con esa clase de defensores. ¿Sabés los Morquios que había cuando íbamos con Argentino a jugar a Buenos Aires? Ahí sí te mataban en todas las jugadas.
-¿Te ayudó para disfrutar de este presente que Llop te mandó al banco hace un par de fechas?
-Ahora con el resultado puesto es más fácil de hablar, pero el hecho de haber salido del equipo cuando no convertía me hizo darme cuenta de los errores que estaba cometiendo.
-¿De ahora en más el festejo del vuelo del Buitre ya está patentado?
-Sí, el que me lo quiera copiar tendrá que pagar derecho de autor. No, mentira (risas).
-¿Cuántos goles te animás a prometerle al hincha de Newell's?
-Ninguno.
-¿Te conformaste con los seis que hiciste en el torneo?
-No, prefiero no prometer nada y hablar en la cancha como hasta ahora.

Contra Huracán hizo tres goles y fue la figura.