Los billetes locales, los "afganis", se cambian en la calle y por 50 dólares pagan casi dos millones de esa moneda. La de los "afganis" es una historia aparte, visto que en Afganistán no se imprime moneda, sino que viene de Rusia, desde donde eran trasladados a las zonas controladas por la oposición. Luego llegaban a Pakistán y desde allí, finalmente, al Afganistán de los talibanes. El líder del régimen integrista de los talibanes, el mulá Omar, había ordenado que todos los ingresos al Estado -ayudas de los países árabes, tasas sobre contrabando y sobre el tráfico de droga, además de las operaciones financieras de su protegido terrorista saudita Osama Bin Laden- fueran empleados en la guerra. El profesor Stanikzai explicó sobre los bancos que "también ellos existen sólo de nombre. Los talibanes decretaron que el interés no es islámico y todos retiraron el dinero".
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