Revisar minuciosamente la realidad de cada deporte revela dos aspectos comunes: los escenarios inapropiados y el número reducido de atletas. Las cuestiones de infraestructura afectan cualquier iniciativa de elevar el rendimiento. La otra preocupación pasa por captar más deportistas y que a su vez, cuando ingresan en la etapa de la adolescencia, no se retiren de la actividad. Echar una mirada en las disciplinas de mayor arraigo de la ciudad sirve para conocer dónde están paradas y cuáles son sus posibilidades.
Con absoluta claridad, Luis Barrionuevo, preparador físico del seleccionado femenino de hockey, señala que para saber cuál es la actualidad del deporte de un país hay que ver como se está en el atletismo y la natación. Y en ese aspecto, Rosario no las tiene todas consigo. En el máximo nivel, los deportistas de la ciudad brillan por su ausencia. Aunque no todo está perdido.
El atletismo pretende salir del ostracismo a partir de la colocación de la pista sintética en el estadio municipal. Se sabe que sin ese espacio es imposible incrementar el número reducido de atletas y proyectarlos a la elite. Aunque una vez instalada se requerirá un esfuerzo aún mayor para lo que vendrá después, tal cual lo reconoció Rolando Dal Lago, presidente de la Asociación Rosarina de Atletismo. Es que las condiciones estarán dadas para el despegue.
El caso de la natación es similar al del atletismo. Aparecen jóvenes que prometen pero para contar con verdaderas estrellas hay que aumentar considerablemente las matrículas. Para Carlos Ramuchio, presidente de la Federación Rosario de Natación, la declinación del número de nadadores se trata de una cuestión nacional. "Se ha reducido en todo el país. Los chicos se aburren en los clubes porque hay pocos nadadores y dejan de nadar. Estoy tratando de estimular a las instituciones para que tengan un equipo y no una o dos estrellas. De todos modos, en Rosario se ha incrementado la cantidad y calidad".
Ramuchio agregó que "en otras épocas había menos piletas, hoy tenemos más de 20 para la temporada invernal. Con eso sólo deberíamos tener el doble de nadadores".
El dirigente hizo referencia a los motivos de la falta de respuesta de los jóvenes. "Los factores son muchos. Los chicos no tienen tanto tiempo disponible para dedicarle al deporte. La natación exige mucha concentración, dedicación y ellos tienen otras actividades".
Cuando tuvo que reseñar los mayores inconvenientes, Ramuchio puntualizó que "a los clubes cada vez les interesa menos la actividad competitiva. Porque les preocupa más la parte social, la enseñanza recreativa. Hay demasiadas actividades en las piletas. Así los espacios se reducen".
Pese a que no se cuenta con nadadores del más alto prestigio, rescata los resultados obtenidos recientemente por las categorías menores y no duda en decir que "tenemos una muy buena calidad de nadadores".
Un año duro para el vóley
Por el lado del vóley, la cantidad de jugadores oscila esta temporada en los 1200, cifra que no sufriría grandes variaciones el año próximo. Claudio Cardona, gerente de la Asociación de Vóleibol de Rosario, indicó que "ha sido un año duro, no diría negativo. Ha sido duro para las subcomisiones de vóley de los clubes porque la crisis llega al bolsillo de todos. Por primera vez hay técnicos que están entrenando sin cobrar. Eso va a provocar un efecto negativo en el aspecto técnico. En cuanto a la calidad, noto una declinación".
Como sucede en otros deportes, los afecta también la falta de espacios. "No hay clubes fundados para la práctica del vóley. Son clubes fundamentalmente de básquet, a los que se les ha insertado nuestra actividad. Los clubes no tienen ni espacios ni horarios para incrementar el vóley. El problema con la gente que se inicia es que hay que enseñarle y los clubes, al compartir sus instalaciones con varios deportes, tienen su calendario diario lleno".
Cardona fue categórico en cuanto al futuro: "El año que viene va a seguir siendo de resistencia".
El hockey es el deporte que más ha progresado, con jugadoras en el seleccionado mayor y en los de categorías menores, en un proceso ascendente que se sustenta en dos canchas sintéticas de primer nivel como las de Jockey Club y Gimnasia y Esgrima. Al margen que el efecto de las Leonas tiene su correlato en el número de chicas que se vuelcan al deporte, los logros alcanzados por el seleccionado mayor es producto de un trabajo coordinado, orquestado a nivel nacional. La regionalización del hockey, con concentraciones y cursos de capacitación, ha sido de gran provecho para Rosario.
Así es posible contar con entrenadores capacitados y la consolidación de jugadoras de jerarquía internacional como Luciana Aymar y Ayelén Stepnik, otras que se entremezclan con las mayores como María Victoria Baetti, que fue subcampeona mundial junior junto a Juliana Carboni y Mariana Albarracín, por sólo nombrar a las más reconocidas.
Con este racconto, en los casos del atletismo, el hockey y la natación, es posible mantener un leve optimismo. No pasa lo mismo con el vóley, por las circunstancias que lo rodean. Pero las expectativas a toda buena iniciativa quedan expuestas y se pueden ir al diablo ante cualquier cimbronazo de un país en el que no se planifica, en el que el presupuesto del deporte se reduce año tras año y donde no se motiva a los jóvenes para que dejen de ser meros espectadores.