El ciclismo afronta una situación compleja. A duras penas consiguen colocar a ciclistas en el máximo nivel nacional. Si bien en el Parque Regional Sur se está construyendo un velódromo, la obra que lleva adelante la municipalidad no se concluiría por falta de fondos.
La indignación del presidente de la Asociación Ciclista Rosarina, Ricardo Bustos, pinta de cuerpo entero su estado de ánimo. "Nos enteramos que van a construir sólo la primera parte del velódromo. Se va a instalar la estructura de hormigón y no el piso. O sea, no lo vamos a poder utilizar. Y por estas obras hace seis meses que no podemos usar el circuito".
"Lo del velódromo -continuó Bustos- fue un engaño hacia el sponsor (Francovigh S.A.) que nosotros le aportamos a la municipalidad. Porque lo que se va a construir es solamente por el monto que aportó esa empresa y que representa la cuarta parte del total de la obra. La Municipalidad no se hace cargo de nada".
La finalización de las tareas no tiene fecha y depende de que el dinero aparezca de otro bolsillo, según manifestó Bustos. "La segunda etapa, que consiste en la colocación de la pista, la municipalidad va a ver cuándo la termina de construir. Pero resulta que en el presupuesto del año próximo no figura. Dicen que dependerá de nuevos donantes o que se consigan recursos. Al final, voy a terminar pensando que es otro Monumento al Pozo".
Los reclamos de Bustos no se detienen. En el mismo Parque Regional Sur se instaló en 1999 un circuito, que debido a las tareas destinadas al velódromo no puede utilizarse.
El dirigente señaló las condiciones deplorables en el que se encuentra. "Con el circuito también se ha hecho una estafa. El piso se está rompiendo y es relativamente nuevo. Supuestamente lo podían transitar hasta los camiones".
Sin lugar para entrenar
Como si los contratiempos lo hubieran hecho explotar, Bustos reclamó además que los ciclistas no tienen dónde entrenar. "En la vía pública no nos dejan. Hace unos días hubo muchas protestas porque los corredores practicaban en la autopista Rosario-Córdoba. Quise organizar carreras en la Scalabrini Ortiz y no me lo permiten. Y en la zapatilla del Parque Alem es realmente muy peligroso".
"Me citaron de la municipalidad -añadió Bustos- y me pusieron a disposición el autódromo, pero cuando fui nos pidieron que pagáramos las ambulancias y vestuarios. El ciclismo no junta plata para comprar los premios y querían que les llevemos dinero".
La carencia de un espacio para correr es negativo para el ciclismo rosarino. Los pocos que pretenden mantener su nivel en el ámbito nacional deben entrenar en otras regiones del país. Aparentemente, lo seguirán haciendo por largo tiempo.