El bloque de senadores radicales intenta unificar una estrategia común con la convención partidaria y con el gobierno nacional para asegurarse la presidencia provisional del Senado. El jefe de la bancada radical, Jorge Agúndez, dijo que "sería grave otorgarle a otro partido lo que en los hechos es la composición de la fórmula presidencial, porque vulneraría gravemente el sistema democrático y alteraría la voluntad del pueblo". Ayer el presidente del radicalismo, Angel Rozas, también pidió que la conducción de la Cámara alta quede en poder del oficialismo. Pese a que el justicialista Ramón Puerta reiteró que se convertirá en el nuevo presidente de la Cámara de Senadores, la especulación que hacen los legisladores radicales es que "habrá una gestión del Ejecutivo a nivel de los gobernadores del PJ", y recuerdan que algunos de los presidenciables, como Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann, no han tenido una postura intransigente. "El presidente tendrá que viajar menos al exterior, pero tendrá asegurada la gobernabilidad", chicaneó ayer Puerta, teniendo en mente la apretada agenda de viajes del jefe del Estado (ver aparte).
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