El concesionario del bar del aeropuerto tiene los días contados. Es que no cumplió con el plan de obras planteadas en la licitación que hace pocos meses se le adjudicó. "Está terminada solamente la mitad del restaurante que debe funcionar en la planta alta. La empresa tiene problemas económicos y estamos estudiando la alternativa de llamar a concurso privado para que otra compañía termine de construir la parte que queda y se haga cargo del negocio", confirmó el director del ente que administra la aeroestación, Esteban Borgonovo. Sin embargo, el bar -que está en la planta baja y que es explotado por el mismo concesionario que se está por ir- seguirá funcionando hasta que la nueva empresa se haga cargo de este espacio gastronómico, y del resto de la obra. "Nunca nos quedaremos sin bar", indicó Borgonovo, quien agregó que lo más factible es que se llame a concurso. "Es más, ya tenemos varios interesados espontáneos", adelantó. La obra contempla el restaurante en la planta alta, una barra en la baja, y dos bares, uno en la parte de vuelos internacionales y otro en los de cabotaje.
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