Sin despegues ni aterrizajes durante 50 minutos, y no por problemas de niebla, sino porque se inundó la torre de control. Esto sucedió el martes pasado en el Aeropuerto Internacional Rosario a raíz de la tormenta, la que obligó a los operadores a abandonar por razones de seguridad la cabina que controla el movimiento de la aeroestación. El motivo de la evacuación se resume en el deterioro de la torre, donde las aberturas de los vidrios están rajadas y los mismos ventanales parecen ser vulnerables a los vientos fuertes. Este panorama se viene repitiendo en cada tormenta.
Tanto el jefe del aeropuerto, Horacio Alassia, como uno de los integrantes del ente que administra la aeroestación, Juan Carlos Meroi, confirmaron a La Capital que el martes pasado se tuvo que cerrar el aeropuerto porque "se rompió una ventana" de la torre.
Alassia advirtió que "cada vez que haya una tormenta del sur con una intensidad moderada va a haber problemas. Con vientos de 40 nudos, el riesgo está".
Sin embargo, Meroi trató de minimizar el hecho diciendo que "el vidrio que se quebró no está en la parte superior de la cabina, justo donde trabajan los operadores, sino en un descanso de la escalera".
Además, el funcionario se defendió justificando que "no hay vidrios irrompibles" y que "ni el aeropuerto ni la ciudad ni el mundo están preparados para este tipo de tormentas".
La primera vez
Es la primera vez que se tuvo que evacuar a los operadores de la torre, pero "no es novedad que ingrese agua a la cabina", según expresó el jefe del aeropuerto. Por eso el hecho no causó demasiada sorpresa entre los que administran la terminal. Pero esto no quiere decir que no haya generado malestar.
La torre de control del Aeropuerto Internacional Rosario es un espacio pequeño, con capacidad para tres personas cómodas. Poco se asemeja a las cabinas que se ven en las películas estadounidenses.
Si bien el aeropuerto está ahora en pleno proceso de remodelación -se triplicará la superficie cubierta con un presupuesto de más de 8 millones de pesos-, en esta etapa no está contemplado el arreglo de la torre.
Sin embargo, Meroi adelantó que "en su momento (no dio fechas exactas) se le dará una especie de maquillaje a la cabina. Está previsto cambiar los pisos para que la instalación eléctrica pueda pasar por debajo, y también está contemplado el mejoramiento de las construcciones, que son antiguas", anunció. Es que la cabina fue construida en 1969.
El director del aeropuerto, Esteban Borgonovo, se sorprendió ante la consulta de La Capital: "La evacuación fue preventiva porque entró agua por una ventana, pero de ahí a pensar en una reestructuración de la torre es otra cosa".
Meroi insistió con trasladar el episodio a un fenónemo de la naturaleza y se preguntó: "¿Cómo se puede evitar esto? No hay una torre de control que soporte esto".
"Supongo que a la Fuerza Aérea le gustaría tener una torre vip, cinco estrellas. A los directores también nos encantaría tener en nuestra oficina un espacio para una secretaria, pero no se puede", se quejó.