En los tiempos que corren llevar el apellido Bin Laden es una desdicha incluso si se es un multimillonario saudita. Después del 11 de septiembre, los parientes cercanos y también los lejanos del "jeque negro" Osama son perseguidos por la nefasta fama del líder de Al Qaeda y ahora para tratar de salvar su imperio familiar algunos de ellos decidieron pedir ayuda a un especialista en imagen de la gran empresa de la construcción, una de las mayores del mundo que, después de los atentados, sufrió una fuerte fuga de clientes. (Ansa)
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