Seis razones para comprar los compactos

1- Tema por tema, "Goddess In the Doorway" no tiene desperdicio. "Visions Of Paradise" es una canción pop perfecta. "Joy" es un tema casi hímnico con coros gospel y tiene lejanas influencias de U2. Las power ballads son otro hallazgo. Ahí están "Don't Call Me Up", una versión mejorada de "Don't Tear Me Up" (de "Wandering Spirit"); "Too Far Gone", y la conmovedora "Brand New Set Of Rules".
2- Algunas letras del nuevo disco de Jagger son imperdibles. En "Everybody Getting High" se burla de todo el jet set mediático que lo rodea, mientras que en el último tema, "Brand New Set Of Rules" adopta una posición insólita para su estilo, relacionada con la autocrítica y la humildad. En el estribillo repite "Tengo que aprender". Tal vez para Jagger haya llegado el momento del cambio.
3- Esta vez Jagger se rodeó bien y supo aprovechar cada colaboración. En el disco se escuchan las voces de Bono y Rob Thomas, y las guitarras de Lenny Kravitz, Pete Townshend, Joe Perry y Wyclef Jean. En una canción hasta figuran en los coros dos de las hijas de Jagger, Elizabeth y Georgia May. En la producción participaron colaboradores de los Rolling Stones y de Aerosmith.
4- La banda que acompaña a Paul McCartney en "Driving Rain" es una de las claves del disco. Es un grupo de experimentados sesionistas norteamericanos que brilla por su austeridad y eficiencia. El tema "Rinse The Raindrops", una zapada de 10 minutos, termina por probar la ductilidad de la banda. Entre los músicos también figura el hijo de Paul, James McCartney, que toca la guitarra en dos temas.
5- Al final de "Driving Rain" hay una sorpresa. Como track escondido aparece "Freedom", la canción que Paul McCartney escribió después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, y que estrenó en el concierto en el Madison Square Garden a beneficio de las víctimas de los atentados. La canción es por demás de simple, pero coloca al disco a tono con los tormentosos tiempos que corren.
6- No es ninguna novedad, pero en "Driving Rain", más que en los últimos discos de McCartney, se evidencia su innegable calidad como bajista. Para chequearlo basta escuchar la nostálgica "Magic", la dolorosa balada "From a Lover to a Friend", la pegadiza y optimista "Driving Rain", o la balada tipo country "Your Way". La zapada de "Rinse The Raindrops" también es una buena prueba.