Ginebra, Londres, Moscú y Dushambé. - Afganistán se prepara para convertirse en escenario de la mayor operación de ayuda humanitaria desde el final de la Guerra de Bosnia (1992-1995), según datos de agencias internacionales de cooperación.
En este sentido, las organizaciones asistenciales internacionales más importantes están enviando de regreso a ese país a gran parte de sus cooperantes. El representante del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, regresará en las próximas horas a Kabul, capital de Afganistán, declaró el portavoz de Acnur, Ron Redmond, en Ginebra. Con el regreso de Grandi y de otras organizaciones de la ONU, comentó, se lanzará el mayor esfuerzo humanitario desde la Guerra de los Balcanes.
También Said Yousseff, representante oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejó entrever que -tras el control por parte de la Alianza del Norte- sobre todo del norte de Afganistán podrá ponerse en marcha un vasto operativo de suministro de ayuda humanitaria.
Sigue siendo preocupante, puntualizó, la gran columna de refugiados afganos proveniente del sur del país, una zona todavía bajo control talibán, que se dirigen a Pakistán.
No obstante, el funcionario consideró que la situación no es comparable en modo alguno a la de Kosovo. "No hemos constatado ningún regreso masivo (de refugiados en Pakistán) comparable al de Kosovo", aseguró.
Un retorno de los refugiados no es en absoluto aconsejable, dadas las condiciones meteorológicas, con el crudo invierno que se avecina.
Dentro del país se encontrarían cerca de un millón de refugiados, y en el exterior cerca de 4 millones, según datos de organizaciones asistenciales internacionales.
Llegan primeros envíos
Autoridades del Programa Alimenticio Mundial (PAM) de la ONU dijeron que por primera vez llegaron a Afganistán las ayudas alimentarias planeadas exceptuando a la población del norte, cuya situación sigue siendo muy grave.
Catherin Bertini, directora del PAM, explicó en rueda de prensa que la organización logró el jueves, por primera vez desde el 11 de septiembre, alcanzar su objetivo mensual de 52.000 toneladas de ayudas en alimentos.
Se trata de una cantidad suficiente para aliviar a los 6 millones de afganos que padecen hambre a raíz de la guerra, la pobreza y la sequía.
Sin embargo, prosiguió Bertini, la población que vive en el norte del país aún está en riesgo.
Allí los pobladores comen hierbas, intentan hacer té con las hojas y no tuvieron acceso a los alimentos en los últimos tres años, explicó la directora del PAM, que añadió que la a la precariedad de la situación se suman los temores por el inminente invierno (boreal) que se acerca. "Aunque lleguen los alimentos, persiste el riesgo", añadió Bertini.
Según estimaciones de la directora de PAM, la población que vive en las zonas inaccesibles durante el invierno necesita de más de 55.000 toneladas de alimentos para sobrevivir durante los meses más duros.
Hasta ahora el PAM logró enviar alrededor del 40 por ciento de este objetivo y busca sumar camiones a su flota para entregar el resto antes del invierno. Ayer, bombardeos de EEUU habrían destruido camiones del PAM en Kandahar, según imágenes de la televisora qatarí Al Yazira. (Ansa y DPA)