Severino Antinori, el ginecólogo italiano cuya promesa de clonar un ser humano alarmó a medio mundo, el 7 de agosto pasado anunció que en noviembre realizaría la primera clonación humana. Antinori, de 56 años, había afirmado entonces que concretaría el proyecto junto a su colega estadounidense Panayiotis Zavos. El polémico científico admitió que "desde entonces, mucha gente intentó destruir a toda costa mi reputación", afirmó Antinori en una entrevista publicada en la revista brasileña Veja. "Decir que soy un nuevo Hitler es una estupidez", añadió. Tras rechazar la comparación, afirmó que su único deseo es ayudar a la humanidad. En aquel momento, el cardenal Joseph Ratzinger, jefe de la Congregación de Doctrina del Vaticano comparó al ginecólogo italiano con el dictador alemán. Pero Antinori replicó al religioso: "Es una hipocresía. Quien tuvo vínculos con los nazis fue el Papa Pío XII, igual que muchos amigos de Ratzinger en Alemania en la época de la II Guerra Mundial". "Mi objetivo es ayudar a otros a generar nuevas vidas. Yo sé lo que estoy haciendo, no soy ningún ignorante. No voy a producir fotocopias, ni bebés deformes", aseguró el científico. El médico italiano afirmó que reducirá al máximo el riesgo de malformaciones y que, si algo sale mal, hará abortar el feto. "Después de colocados en el útero materno, los embriones van a ser revisados de forma intensa. Con esa estrategia tenemos un 99 por ciento de posibilidades de éxito", comentó. "No existe nadie como yo, con mi experiencia". Antinori afirma querer clonar seres humanos para ayudar a curar enfermedades cerebrales y cardíacas y males como el Parkinson o el Alzheimer, "No quiero perjudicar a la humanidad ni tampoco destruir la individualidad humana produciendo copias de personas. Eso no ocurrirá nunca". El científico, que calcula haber ayudado a gestar diez mil bebés en las últimas dos décadas, se comparó con genios italianos de la talla de Galileo Galilei, Enrico Fermi o Guglielmo Marconi. Alemania y Francia intentaron impedir que Antinori intente la clonación de un ser humano y pidieron a las Naciones Unidas que se ocupen del asunto. En este sentido, el ministro alemán de Salud, Bernard Kouchner, sugirió que el Colegio Médico italiano debería retirar la licencia a Antinori. (Ansa)
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