Un portero eléctrico no siempre es garantía de seguridad. Así lo comprobaron la mañana de ayer los empleados de una empresa de transporte de cargas que fue asaltada por tres jóvenes armados, uno de los cuales se hizo pasar por un camionero que concurría a cobrar un viaje y pudo ingresar sin inconvenientes a la oficina para alzarse con unos 7 mil pesos en efectivo además de cheques y efectos personales de los trabajadores.
El atraco ocurrió poco después de las 8.20 en las oficinas de la empresa de transportes El Aguilucho, en Necochea 2601, a metros de 27 de Febrero. En ese momento, dentro del local había entre 12 y 15 empleados, tres de los cuales se hallaban en la oficina que da a la calle.
"Uno de los asaltantes, que no tendría más de 20 años y que fue descrito por los testigos por sus rasgos característicos como un hombre del noroeste del país, se anunció por el portero eléctrico diciendo que era un chofer que iba a cobrar un viaje", relató el subcomisario Horacio Valenzuela, subjefe de la seccional 4ª de policía.
Una vez que le franquearon la puerta, el muchacho ingresó y detrás de él lo hicieron "otro joven de la misma edad y una chica de unos 17 años" dijo el jefe policial. Inmediatamente, dos de los delincuentes exhibieron armas de fuego -aparentemente un revólver calibre 32 y una pistola 9 milímetros- con las que amenazaron y redujeron a los tres empleados que estaban al frente del local.
Bajo amenaza
"A mis compañeros los hicieron ir hacia el fondo del local y a medida que iban traspasando oficinas nos iban obligando a todos a sumarnos a ellos" relató un empleado de El Aguilucho que ocasionalmente salió de la oficina en horas del mediodía y dialogó brevemente con La Capital sin querer brindar su identidad. En tanto, sus compañeros de tarea eran visibles tras los cristales de las oficinas mientras intentaban reconocer los rostros de los delincuentes en los álbumes policiales.
Con todos los empleados reducidos, la joven asaltante empezó a quitarles uno por uno sus pertenencias. Así juntó un botín de billeteras con documentación personal, tarjetas de crédito, algo de dinero en efectivo, relojes pulseras, cadenas de oro y bijouterie, entre otras cosas. Tras ello todo el personal fue encerrado en un sótano del local. "Nos amenazaron para que no saliéramos de allí hasta que ellos se retiraran" dijo el empleado.
Pero los asaltantes buscaban algo más. "Empezaron a recorrer las oficinas hasta que en la gerencia encontraron que la caja fuerte estaba abierta y de allí sacaron dinero y cheques que estaban siendo preparados para ser depositados horas más tarde en el banco", comentó el empleado que fue víctima del robo.
Sobre el monto de lo robado, el empleado sostuvo que "es difícil hacer un balance porque a nosotros nos sacaron todo lo que teníamos", pero en relación a lo que se llevaron de la empresa aventuró la suma en "unos 7 mil pesos en efectivo más varios cheques" cuyo valor no supo precisar.
Acerca de los delincuentes, el hombre dijo que "los dos muchachos tendrían unos 20 años y actuaron tapándose las caras, pero la chica, que no tenía más de 17, lo hizo a cara descubierta". Y sobre el proceder de los ladrones manifestó que "se los veía nerviosos, no gritaban pero daban órdenes terminantes, nos apuraban y amenazaban para que no reaccionáramos. Incluso, creo que por el olor que invadió la oficina, deben haber estado drogados".
El robo a la empresa de transporte duró unos 10 minutos y según reconocieron empleados y policías, "nadie fue lastimado ni golpeado". A partir de la descripción que el personal de El Aguilucho hizo a la policía y la lectura que hicieron de los álbumes fotográficos, personal de la seccional 4ª realizó por la tarde una serie de procedimientos en busca de los delincuentes que serían "de la villa que se levanta cerca de la empresa, en inmediaciones de Beruti y Cochabamba", concluyó el subcomisario Valenzuela.