La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos de la por entonces Secretaría de Cultura y Medios de Comunicación de la Presidencia de la Nación envió el 19 de septiembre pasado una nota dirigida al intendente Hermes Binner y al presidente del Concejo Municipal, Pablo Cribioli, en la que recomendó a las autoridades locales que no se destruya la capilla Cristo Rey de Fisherton y propuso que se levante un nuevo edificio en otros terrenos de la zona. Binner admitió la existencia de la nota y dijo que la remitió a la Secretaría de Planeamiento, pero el presidente del cuerpo deliberativo sostuvo que ese paper "nunca llegó" al Palacio Vasallo y aseguró que recién ayer tomó conocimiento de su existencia. "Cribioli oculta información", disparó el edil del Partido del Progreso Social Oscar Urruty, mientras que el ex cavallerista Jorge Aseguinolaza adelantó que exigirá explicaciones sobre el destino del escrito.
La histórica capilla del barrio del oeste de la ciudad desató una polémica que lleva más de cuatro años sin encontrar una respuesta definitiva. El padre Livio Gorza a cargo de esa iglesia originariamente había propuesto derribar el edificio para construir un megatemplo. Pero un grupo de vecinos se opuso al proyecto. Luego, el Arzobispado impulsó una reforma parcial de la iglesia, conservando la fachada actual.
La iniciativa obtuvo el despacho de la comisión de Planeamiento del Concejo. Pero unos 8 mil habitantes del barrio presentaron un recurso de amparo ante la jueza Civil y Comercial Marta Gurdulich, para evitar que el proyecto se ejecute. La magistrada hizo lugar a la solicitud de los vecinos y ordenó dejar sin efecto el despacho de la comisión. El tema estuvo a punto de aprobarse en el recinto hace dos semanas, pero volvió a a la comisión de Planeamiento para ser revisado.
En medio de estas idas y vueltas, la Secretaría de Cultura de la Nación sentó su posición sobre la cuestión y la comunicó a Binner y a Cribioli.
"Si bien la comisión es respetuosa de las gestiones que lleven a cabo los organismos jurisdiccionales competentes en materia de preservación -advirtió Liliana Barela, presidenta del área de museos, monumentos y lugares históricos-, en nombre de la institución me permito recomendarle que evalúe en dichos ámbitos la posibilidad de construir un nuevo edificio en otros terrenos disponibles para satisfacer las necesidades del crecimiento edilicio, sin que ello signifique la destrucción de un bien reconocido formalmente por el gobierno municipal".
A renglón seguido, Barela estimó que sus recomendaciones serían "escuchadas" y que se arbitrarían "sin lugar a dudas, las medidas necesarias tendientes al resguardo y defensa de los bienes patrimoniales protegidos en jurisdicción municipal".
Pero la recomendación no llegó a discutirse. "Esa nota nunca se adjuntó al expediente de la parroquia de Fisherton que está en la comisión de Planeamiento del Concejo", protestó Aseguinolaza, quien también adelantó que en la sesión de hoy pedirá explicaciones sobre el destino del escrito al presidente del cuerpo. "Es grave que no se haya incorporado esa nota a los antecedentes", agregó.
Mientras tanto, Urruty consideró que Cribioli "ocultó información" y afirmó que "eso es un hecho gravísimo". El cavallerista opinó que "el presidente del cuerpo debió hacer ingresar esa nota por mesa de entradas del Concejo y luego debería haber sido enviada a la comisión de Planeamiento". Pero eso nunca ocurrió hasta ahora.
El camino de la nota
Autoridades de la oficina nacional confirmaron a La Capital que la nota que desató la polémica fue enviada a la Municipalidad y al Concejo por fax, el 19 de septiembre. Es más, según se detalló, el tiempo de transmisión del memo duró exactamente 46 segundos.
"La nota la envié hace mucho tiempo a la Comisión Municipal de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico (dependiente de la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad)", explicó a La Capital el intendente, quien se excusó de referirse "al controvertido tema de la capilla de Fisherton".
Cribioli dijo que el texto "nunca llegó" al Concejo. "El 19 de septiembre no recibí ninguna nota", argumentó el dambrosista. A pedido de Cribioli, la secretaria general de la dependencia nacional, Beatriz Alfano, le reenvió ayer por fax una copia del escrito original que fue despachado por correo simple.
"No tiene sentido creer que oculté esa información. Es una tontería",manifestó el presidente del Concejo antes de opinar que "hay documentación y opiniones que son mucho más valiosas sobre la capilla de Fisherton".
Admitió que "si hubiera tenido la nota, habría sido remitida a la comisión de Planeamiento", pero estimó que la polémica sobre los destinos de la capilla de Fisherton "tiene que ser resuelta en el Concejo de Rosario y no se le debe preguntar nada a la justicia o a una oficina de Buenos Aires".
En la misma tónica, la titular de la comisión de Planeamiento Gladys Comba minimizó el dictamen de la Comisión Nacional de Museos y consideró que "la nota es medio light". La edila del bloque peronista acotó que los funcionarios nacionales "no tienen demasiados elementos para considerar el tema" y subrayó que "el templo no tiene la envergadura necesaria para ser considerado monumento nacional".