 |  | cartas Cambio en las prácticas políticas
 | El caso Boasso debe servir para ir más allá del tema de las "incompatibilidades" que hoy se están discutiendo. Después de 18 años de ejercicio democrático, con una realidad económica social calamitosa, la desocupación en sus niveles más altos, la clase media quebrada y luego del voto "bronca", creo que ha llegado la hora de revisar seriamente nuestras prácticas políticas. Esto es, la forma de acceder a los cuerpos colegidos y la periodicidad en los mandatos que implica que de tanto en tanto el hombre público debe volver al llano, porque de lo contrario se torna una quimera la tan mentada participación popular. ¿Qué justifica que un concejal o legislador permanezca 10 o 15 años en su banca? ¿Es aceptable en las condiciones actuales del país que un concejal o legislador ocupe la función pública, y siga manteniendo su actividad privada o profesional, y además tenga tiempo para participar en instituciones sociales, responder permanentemente a la requisitoria de los medios de difusión y participar en las campañas políticas? Los cuerpos legislativos son una herramienta fundamental para la democracia, pero si la función constituye una actividad "part-time" las dietas o remuneraciones deben ser austeras, y por otra parte no puede ya pensarse en la reelección indefinida de los candidatos. Un período, a lo sumo una reelección, y luego a volver a llano, a formar jóvenes para que no se anquilosen las instituciones. Debe buscarse un equilibrio entre la profesionalidad política y la vocación de servicio. De lo contrario, seguirá el sistema creando personajes privilegiados que construyen estructuras económicas fabulosas, creando aparatos partidarios, que les permiten atornillarse a sus cargos y bancas, impidiendo totalmente la renovación de los partidos políticos. Doctor Diego Paladini
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