 |  | cartas No todo es blanco y negro
 | Respondo a las imputaciones del doctor Eduardo De Loredo vertidas en La Capital el 1/11/01, bajo el título "Incompatibilidades dinerarias". Desde ya que no tengo ninguna incompatibilidad para emitir un dictamen (que no es más que una opinión) pedido oficialmente por el Honorable Concejo Municipal de Rosario sobre el tema de la incompatibilidad en que habría incurrido el concejal Boasso y que fuera denunciada por De Loredo. El hecho de tener juicios contra la Municipalidad y ser acreedor de ésta no me inhabilita en absoluto para dictaminar en temas de mi especialidad, como tampoco me inhabilitan los juicios que llevo contra la provincia de Santa Fe para dictaminar -como lo hice- a pedido de dos gobernadores de la provincia (Reviglio y Reutemann) sobre la reforma de la Constitución provincial. De Loredo no entiende que no fui perito y que mi opinión es solamente eso, una opinión (que dicho sea de paso no modifiqué en lo más mínimo), que puede ser o no atendida por quienes me la requirieron. En esta enemistad manifiesta entre el denunciante De Loredo y el denunciado Boasso, tuve el raro privilegio, con mi dictamen, de que el primero amenazara con denunciarme penalmente por incumplimiento de los deberes de funcionario público (SIC) y el segundo (Boasso) entre otras lindezas propias de su carácter, me acusara de la misma incompatibilidad de la que ahora me acusa su archienemigo De Loredo. Ambos contendientes aceptaron mi designación y mi actuación. El ataque vino luego del dictamen que no los conformaba. No me preocupa De Loredo, devenido recientemente en político con magra cosecha electoral (menos de 1.500 votos en una ciudad de alrededor de 1 millón de habitantes) sino sus extrañas actitudes que lamentablemente son similares a las de muchos políticos y dirigentes de la sociedad argentina. Agraviar en lugar de discutir, descalificar en vez de confrontar y mantener un criterio maniqueo en todos los aspectos de la vida que impide explorar los matices que cada situación presenta, lo que sin duda alguna enriquece cualquier análisis. No todo es blanco o negro, y las ideas y las opiniones están para ser debatidas, debiendo todos esforzarnos para dejar de lado las intemperancias que a nada conducen. Doctor Iván José María Cullen
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