Juan José López dijo que no vio el cartel anónimo de bienvenida que estaba colgado al ingreso de Palos Verdes. En realidad hay que creerle, porque el encargado de la seguridad Alcides Galfrascoli lo retiró antes de que el cuerpo técnico arribara al predio, con tan mala fortuna que sufrió un esguince de tobillo al pisar un pozo. Pero el incidente, sumado a la visita del sector de la barrabrava de los pillines, con Andrés Pillín Bracamonte a la cabeza, fueron dos datos que enturbiaron la de por sí complicada semana canalla, con la posible renuncia del DT incluida. "Jota Jota, el domingo hay que ganar. Andá al frente cagón", rezaba el intimidante trapo que manos anónimas colgaron antes de que el plantel concurriera a Palos Verdes. Galfrascoli lo descolgó antes de que llegara el técnico pero algunos jugadores lo vieron. Y al final del entrenamiento, Bracamonte y algunos compañeros llegaron al predio, conversaron con algunos jugadores y después se dirigieron al sector donde estaba el cuerpo técnico y el resto del plantel, en la zona de vestuarios vedada para la prensa. Si bien no hubo aprietes y es habitual la presencia del grupo en algunos entrenamientos semanales -tampoco se supo si el mentado cartel lo colgó alguno de los pillines-, lo cierto es que ayer hubo inquietud en Palos Verdes, como para completar un contexto muy duro como para que Central responda mañana con un triunfo.
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