A Laureano Tombolini el clásico y la racha adversa no lo afecta en lo más mínimo. Mantiene la jocosidad de siempre. Y se da tiempo para pegarle un cachetazo a su compadre de bromas, el Torpedo Arias, mientras éste es entrevistado por televisión. "No podemos hablar con nadie", disparó el arquero ni bien concluyó la práctica de fútbol. Pero luego se tomó una licencia, como la mayoría de sus compañeros, y habló de la ilusión de entrar en la historia de Central el próximo domingo. "Estamos motivados y con ganas. Si cada uno hace su trabajo seguramente nos va a ir bien". Aunque mantuvo sus reservas y consideró el choque ante Newell's por demás de complicado. -¿Les pesan los 21 años sin victorias? -No, no nos pesan. Sería lindo ganar para cortar esa racha. Pero en ningún momento pienso en eso. -¿Se disfruta jugar un clásico o la presión es demasiada y no lo permite? -Uno cuando entra se tranquiliza, lo mismo que cuando toca la primera pelota. El nerviosismo es habitual antes de comenzar un partido, pero después se vive con tranquilidad y se disfruta lo que puede dar la gente desde afuera. -Da la sensación que a Central le conviene jugar de visitante, ¿eso los puede beneficiar? -Va a ser un partido duro y cerrado. Más allá que de visitante hicimos mejor las cosas, todavía nos falta un poco para encontrar una identidad. -¿Por dónde pasan las claves para ganar? -Creo que los desbordes por afuera. Tenemos gente rápida, de mucho nivel futbolístico, y por ahí puede pasar básicamente nuestro juego. -¿El momento particular que vive Central puede ser una prueba de fuego para la unidad del equipo y la fortaleza anímica? -La unidad y la fortaleza están. El grupo está bien y lucha parejo para llegar de la mejor manera. Y si ganamos el clásico va a ser una alegría enorme, más que nada por lo que pueda disfrutar la gente. -¿Te imaginás pasando a la historia en el caso que Central consiga la victoria? -Sería lindo pasar a la historia. Pero Newell's es un rival sumamente difícil. En todo clásico el juego se complica aún más. Esperemos tomar los recaudos necesarios para que sea un buen espectáculo.
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