Washington. - A un mes de la primera de las cuatro muertes por ántrax en Estados Unidos, el FBI reconoció ayer no tener pistas sobre el origen de las cartas contaminadas con el bacilo, durante una acalorada audiencia ante una comisión senatorial. El jefe del departamento de lucha contra el terrorismo de la Oficina Federal de Investigación (FBI), James Caruso, se enfrentó a la indignación de los parlamentarios, directamente afectados por los correos contaminados. "¿Hasta ahora ustedes no saben de dónde viene el ántrax, y no fueron capaces de identificar a toda la gente que puede tener acceso a él? ¿No es así?", exclamó el senador demócrata John Edwards. "Es exacto", respondió humildemente Caruso. El representante del FBI se encontró todavía más incómodo cuando la senadora Dianne Feinstein le preguntó cuántos laboratorios trabajaban con la bacteria en Estados Unidos. "No lo sabemos por el momento", confesó. "¿Podría decirme por qué no lo saben?, insistió la representante de California. Seguimos descubriendo las capacidades de investigación de miles de investigadores", expresó Caruso. "Sé que no es una respuesta satisfactoria. Para nosotros tampoco es satisfactoria". Según el director del FBI, Robert Mueller, sus investigadores siguen más de mil pistas, unas cien de ellas en el extranjero, para descubrir el origen del bacilo enviado a periodistas estrellas y a varias instituciones del poder estadounidense, incluido el Congreso y la Corte Suprema de Justicia. Las autoridades examinan los registros computarizados del subterráneo de Nueva York para tratar de recrear los pasos exactos de una mujer que murió en esa ciudad por ántrax inhalado. Ocho días después del más reciente diagnóstico de ántrax, un funcionario federal de salud, el médico Anthony Fauci de los Institutos Nacionales de Salud, dijo que lo peor del episodio de la diseminación de ántrax por correo puede haber pasado. El gran temor proviene del hecho de que Kathy Nguyen fue la primera víctima que se contagió de ántrax por algún otro medio diferente del correo, pero "cada día que pasa sin que surja otro caso inexplicable de ántrax por inhalación, hace que sea menos probable" que suceda nuevamente, según Fauci. Sin embargo, agregó que no puede descartarse otro ataque, ya sea con cartas contaminadas o por otra vía. Y hasta que la muerte de Nguyen sea explicada "se ha intensificado la vigilancia en todo el país", según el médico James Hughes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. (Ansa)
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