El abogado de los familiares de Julio Leandro Alfonso, el chico de 22 años que tuvo una dudosa muerte en una casa de zona sur, aclaró que la Cámara Penal de Rosario "no avaló la investigación de la jueza de la causa" en un fallo dado a conocer los últimos días del mes pasado, sino que sólo rechazó un recurso presentado por la defensa ante ese tribunal. "Esto, lejos está de avalar la investigación. Por el contrario, la Cámara solamente dijo que hubo una negativa al planteo de nuestra parte", refirió Pereyra respecto a un dictamen de la Sala II de la Cámara de Apelaciones. El caso de Alfonso -quien fue hallado muerto en la casa de Rui Barboza 618 en noviembre del año pasado- es investigado por la jueza de Instrucción Nº 12, Susana de Pigliacampo. Una mañana el muchacho salió a trabajar y nunca regresó. Varios días después apareció ahorcado en un galpón del fondo de la vivienda que compartía con cuatro familiares. La jueza caratuló el caso como suicidio, pero la madre de la víctima, María Cristina Caminos, considera que el joven fue asesinado. Tiempo atrás, el letrado que patrocina a Caminos presentó un recurso civil ante la Cámara Penal para que se declarara la falsedad ideológica de una serie de pruebas y pericias que integran el expediente. En esa oportunidad, la defensa objetó un croquis formulado por la policía "donde se sindicaba el hallazgo del cadáver en un mismo momento y en dos lugares distintos y distantes entre sí". También impugnó las fotos del cuerpo de Alfonso tomadas por la policía porque "habrían sido tomadas con anterioridad al hallazgo formal del cadáver, ya que al momento de la autopsia presentaba una fauna cadavérica que no consta en esas fotografías", afirmó Pereyra, quien cuestionó, además, que no se haya determinado con precisión la fecha de la muerte (en la causa constan tres fechas diferentes). Sin embargo, los jueces de la Cámara Penal no hicieron lugar al recurso presentado por Pereyra al entender que ese planteo debería haberse realizado por otra vía. El dictamen de los camaristas "lejos está de haber confirmado la investigación realizada en Instrucción -sostuvo Pereyra-. Nosotros no cuestionamos a la magistrada, sino que el contenido ideológico de esos documentos es falso". Esto no implica, según el profesional, "que haya mala fe ni voluntad de falsear datos objetivos por parte de los funcionarios públicos que firmaron los documentos impugnados". La hipótesis de que el joven habría sido asesinado se sustenta en varios elementos de sospecha: que el joven fue hallado muerto en un galpón cuya puerta había sido cerrada con candado del lado de afuera; que tenía un golpe en la cabeza producido antes de morir; y que el cadáver estaba sostenido en forma incompleta, con los pies en el piso. La madre de Alfonso también objetó que las personas que habitaban con su hijo convivieran con el cadáver por un lapso de dos a cinco días sin percibir el olor a putrefacción del cuerpo.
| Pereyra señaló algunas fallas en la investigación. | | Ampliar Foto | | |
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