La historia se repite. Los fantasmas de los últimos dos torneos volvieron a invadir al estadio Monumental. River no pudo ganar un partido clave para sus chances en el Apertura y el empate 2-2 ante San Lorenzo lo dejó mal parado de cara a las últimas siete fechas.
San Lorenzo estuvo siempre arriba, en ambos casos por intermedio de Alberto Acosta, quien al anotar de penal el segundo gol de su equipo se ganó un lugar en la historia.
En la primera parte, River fue el dominador de las acciones, aunque con muchos altibajos. Así y todo, con D'Alessandro y Coudet, el local siempre estuvo más cerca del gol.
El equipo dirigido del chileno Manuel Pellegrini se dedicó a esperar. El desarrollo ganó en vibración y movilidad a partir de la media hora, ya que fueron y vinieron constantemente de un área a la otra. Aunque suene increíble, el problema de River era Ortega, quien apenas terminó una pelota bien en todo el encuentro. Fue a los 38', cuando se la picó deliciosamente a Cardetti entre Medero y Paredes pero Saja se le adelantó al goleador del campeonato.
A los 39' se silenció el Monumental y gritó bien fuerte Racing en Avellaneda. Leo Rodríguez tiró cruzado, Pusineri la bajó de pecho, sacó el remate, Comizzo dio rebote y Acosta facturó. Una ventaja que hasta ese momento era injusta.
El temor de los simpatizantes de River era que su equipo se fuera al descanso en desventaja. Pero a los 44' un terrible zurdazo de Cardetti tras un tiro libre que Ortega le tocó corto despejó las dudas y puso la igualdad.
No había pasado nada en el complemento, hasta que a los 5' Lequi le hizo un ingenuo penal a Acosta y el Beto lo cambió por su centésimo gol en la primera. Los nervios de los locales crecieron y de allí en más River intentó con mucha vergüenza, pocas ideas y demasiados centros.
Ramón Díaz hizo entrar a Cambiasso por Alvarez y River consiguió un poquito más de aire. De hecho, el rubio volante estrelló un tiro en el travesaño desde el área chica a los 15'. San Lorenzo estaba más jugado a las réplicas que nunca. A los 23', Romeo desperdició el tercero y, dos minutos más tarde, Cambiasso sacó de cabeza en la línea un remate de Michelini que viajaba al gol.
Cuando los minutos pasaban cada vez más rápido, D'Alessandro le metió un pase magistral al ingresado Maxi López, quien con un tiro cruzado calmó un poco los ánimos para que River fuera a buscar el triunfo. Iban 32', pero a River se le cerraron los caminos.
Ya en el descuento, la multitud de River reclamó penal en una caída de Ortega que dejó muchas dudas. Tantas, como las que se apoderaron de todo River, que tras el empate vio cómo el torneo se le vuelve a alejar pese a que tres días atrás lo suyo era pura ilusión.
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La Ciudad
